Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 18 de diciembre (entresemana.mx). De mis actrices favoritas, está Kirstie Alley (1951), simpática, bonita, buena actriz. Este 5 de diciembre anunciaron su deceso. Tenía apenas 71 años por lo que de acuerdo a la expectativa de vida actual todavía había tiempo para amar, disfrutar y filmar.
Kirstie se dio a conocer en la serie Cheers (1987), su personaje Rebecca Howe, una mesera neurótica, la hizo ganar un Emmy como Mejor Actriz en comedia y un Globo de Oro como Mejor Actriz en serie de televisión.
Su saltó a la fama internacional fue con la película Mira quien habla (1990) al lado de su gran amigo John Travolta.
Apenas un par de semanas antes de su partida, fue diagnosticada con un cáncer de colon, seguramente en fase terminal. Su última película fue You can’t take my daughter en 2020 para televisión.
Sus hijos adoptivos Lillie Price Stevenson (1994) y Willian True Stevenson (1992) expresaron: “A pesar de lo icónica que era en la pantalla, era una madre y abuela aún más increíble. El entusiasmo y la pasión por la vida de nuestra madre, sus hijos, nietos y sus muchos animales, sin mencionar su eterna alegría de crear, no tenían paralelo y nos dejan inspirados para vivir la vida al máximo tal como ella lo hizo”.
Kirstie Louise Alley nació el 12 de enero de 1951 en Wichita, Kansas. Fue actriz, productora y guionista. Se distinguió por su vis cómica aunque también interpretó papeles dramáticos. En su deseo por buscar nuevos horizontes se fue a radicar a Los Ángeles, California, y repentinamente empezó a hacer castings para pequeños papeles.
De adolescente soñaba convertirse en diseñadora de interiores. La actuación no le interesaba, sin embargo ya en Los Ángeles de repente se abrió un nuevo camino y se vio haciendo castings para pequeños papeles en series y películas que le solucionaran su situación económica. En 1979, apareció por primera vez en la televisión, en un episodio de la serie Quark; extreó y su nombre no apareció en los créditos.
Uno de sus grandes éxitos en taquilla fue en Star Trek II: la ira de Khan (1982) dando vida a la Oficial Saavik.
En un mundo donde la belleza parece tener más peso que el talento Kirstie vivió la pesadilla de subir y bajar de peso, sin control.
Alley era bella y simpática pero influyó en su caída su adicción a la cocaína y su sobrepeso, llegó hasta los 110 kilos.
Hacia el final de la década de los 90s, circulaba información acerca de su falta de profesionalismo a la hora de filmar. Se decía que llegaba tarde y de pésimo humor. Quiso salir de la droga y la comida y se refugió en la Cienciología que también practicaba Travolta.
Ya en el siglo XXI, las propuestas de trabajo eran pocas y siguió su aumento de peso; “defecto imperdonable” en el mundo frívolo de Hollywood. Transformada de bella en gorda, los paparazzi la perseguían. Fue acosada y fotografiada haciendo caras y gestos contra los fotógrafos que no la dejaban en paz.
Alguien se acercó a ella en 2005, para proponerle sacarle raja y provecho a su regordeta figura. Estrenó en televisión el reality Fat Actress, que paso a paso seguía el delirio de Alley por adelgazar. En este show habló sin tapujos de su unión a la Iglesia de la Cienciología. Un apoyo esencial dijo, para poner freno a su aumento de peso. Kirstie bajó 34 kilos durante la emisión de aquel reality show, pero en 2009, recuperó sus más de 100 kilos.
En esa etapa dio a conocer Organic Liaison, una línea de productos y un plan de pérdida de peso a la que ella misma se sometió. Pero uno propone y el diablo todo lo descompone. La actriz recuperó la silueta, pero no gracias a esos productos. Así que ella y la compañía fueron demandadas por fraude publicitario y se vio obligada a vender la marca.
En los inicios de este año, se presentó en televisión en la que sería una de las últimas veces que la veríamos. Estuvo en Fox News Channel, y comentó el momento complicado en su vida cuando brindó su apoyo a Donal Trump en la campaña del 2016, que lo llevó hasta la presidencia de Estados Unidos. La actriz aseguró que fue parte de una lista negra en Hollywood por su apoyo al expresidente: “Puedes estar cocinando metanfetamina y acostándote con prostitutas, que mientras no hayas votado por Trump…”.
Cuando vivíamos la crisis mundial por el covid 19, Kirstie se unió a las críticas del ex mandatario contra la CNN, posteó en Twitter un ataque al canal de televisión por crear terror sobre las muertes que estaba ocasionando el virus. La respuesta fue un alud de detractores y CNN le contestaban criticando uno de sus trabajos en televisión: “Kirstie, puedes cambiar el canal, al igual que hicieron innumerables espectadores cada vez que ponían Veronica’s Closet en la televisión. Pero no minimice la pérdida de casi 230, 000 vidas estadounidenses. Y por favor, usa una mascarilla”.
Así fue la vida de Kirstie, se debatió entre la gloria y el infierno.
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