¿AMLO odia a las mujeres?
FRANCISCO RODRÍGUEZ. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto fue evidente que él ve a las mujeres como un mero objeto de satisfacción sexual… aunque dicen que se deleita indistintamente con todo aquello que se mueva.
En la actualidad cuatrotera las mujeres en general son tratadas como entes a las que se les rechaza, denigra, discrimina e incluso contra quienes se ejerce violencia verbal en las matinés cómico-etílico-musicales del caudillo.
Y eso lo replican en todos los ámbitos del gobiernito de la 4T. Incluso en aquellos donde una mujer ocupa el cargo de mayor jerarquía. El ejemplo es la señora Claudia Sheinbaum, quien adopta actitudes antifeministas sólo para replicar lo que dice su jefe.
En Andrés Manuel López Obrador es entendible, hasta cierto punto. Le cuesta trabajo entender cuales son los nuevos roles de la mujer en sociedades cada vez más complejas como la nuestra, donde ellas son en la mayor parte de las ocasiones quienes hacen las veces de jefe de familia.
Creció en un ambiente rural donde aún se observaban aquellas costumbres en las que las mujeres deberían atender todas las necesidades de los varones de la familia: desde servirles la comida, hasta planchar sus camisas.
Esa actitud misógina –¿inconsciente?– de AMLO lo ha llevado a enfrentarse con personajes que actúan en la política o hasta en la academia: Elba Esther Gordillo, quien ni siquiera se ocupa de él, y Denise Dresser, que lo ha demandado civilmente en tribunales, son ejemplo.
Cierto que, por otra parte, les ha dado mayores posiciones dentro de la estructura gubernamental, pero a excepción de Sheinbaum todas las demás permanecen en la oscuridad.
Y están ahí también las acciones en contra de muchas otras mujeres. Madres, sobre todo, a quienes quitó las estancias infantiles; a las que sufren porque no hay medicamentos para intentar curar las enfermedades que padecen sus hijos: a quienes ya no tienen en dónde refugiarse en caso de sufrir violencia doméstica, y en contra de las que marchan en las calles exigiendo respeto, cese a la violencia que se ejerce en contra de ellas e igualdad de condiciones…
… ¡y los feminicidios!, mismos que han crecido exponencialmente en el transcurso de la pésima gestión del tabasqueño en Palacio Nacional.
Ahora, empero, ha escalado y sus ataques son en contra de la presidente de la Suprema Corte de Justicia Norma Lucía Piña Hernández.
Y esos ataques han mostrado a un tipo cada vez más mendaz, hiriente y, por supuesto, misógino.
Porque, como ya se ha dicho, la misoginia entraña, entre otras, actitudes de rechazo, denigración, discriminación y violencia contra la mujer.
Y frente a las diatribas casi cotidianas del caudillo, la ministra Piña Hernández ha observado una actitud de serenidad y entereza envidiables.
Apenas el domingo, en una reunión con un buen número de miembros del Poder Judicial, la ministra presidente pidió a juzgadores prudencia en sus resoluciones, sin que se confunda con cobardía.
Todo esto lleva a preguntarnos el por qué López Obrador odia a las mujeres.
Indicios
Aunque todo lo serio lo toma a chacota, ahora sí que se le apareció el diablo a Andrés Manuel López Obrador. La ola de indignación que las cadenas de televisión levantaron en todo Estados Unidos por el secuestro –ahora sabemos que hasta por el asesinato– de cuatro de sus ciudadanos, puede convertirse en un tsunami con las acciones que el Congreso pudiese adoptar y las medidas que Joseph Biden se viera obligado a implementar. Lo verídico es lo que dicen congresistas como Daniel Crenshaw: que con su política de “abrazos, no balazos” AMLO y su gobiernito se han convertido en los alcahuetes del crimen organizado y hasta del desorganizado. La violencia en contra de los ciudadanos crece y hasta el Ejército se ha convertido en enemigo de la sociedad a la que acribilla y “mata en caliente”. * * * Ahora que, como líder de la mayoría del Senado Mexicano, Ricardo Monreal expresó su rechazo y preocupación ante la iniciativa presentada en enero de este año en el Congreso estadounidense por el legislador texano Dan Crenshaw, de Texas, “la cual espero que sea desechada”. Así es como el senador Ricardo Monreal, líder de la bancada guinda de senadores expuso su parecer en torno a un tema que, de sólo escuchar, causa desasosiego. Y es que Dan Crenshaw, de Texas, cuenta con el apoyo de otro representante republicano, Mike Waltz, de Florida junto con quien presentó una iniciativa para avalar al Ejército de Estados Unidos en contra de los cárteles mexicanos de la droga, que llevan fentanilo a los Estados Unidos de Norteamérica. “Esa iniciativa es un ejemplo del uso político del combate al narcotráfico y, al mismo tiempo, representa una regresión a las épocas del intervencionismo, ya que propone autorizar al Ejecutivo de Estados Unidos el uso de la fuerza contra grupos criminales en México”. * * * Más y más controversias constitucionales que impugnan el llamado Plan B de reforma electoral llegan diariamente a la Suprema Corte de Justicia. Hay esperanzas bien fundadas de que los ministros actuarán en apego a la Constitución y no, como sucedía en la “era Zaldívar”, para halagar la vanidad del caudillo. * * * Y por la celebración, hoy, del Día Internacional de la Mujer y ante las actitudes de AMLO, el presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno, condenó las “cobardes amenazas” a la integridad física de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, y llamó a las autoridades a investigar esas reprobables conductas que a su juicio promueven un clima de incertidumbre. Por su parte, Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, acusó al presidente de México de calificar a los movimientos feministas como un “movimiento conservador producto del neoliberalismo”, porque los considera como enemigos del régimen. * * * Por hoy es todo. Gracias por asomarse a leer estas líneas. Como siempre le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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