“En la realidad virtual, lo que parece…. es” Enigmas de nuestra modernidad
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO
¿En qué hemos convertido la política y nuestra forma pública de ser?, la artificialidad del gobierno y de las percepciones sociales hacen parecer los asuntos públicos como surrealismos en los que, para los actores políticos y en realidad para muchos, poco importa la realidad, lo verdaderamente relevante es la narrativa como se muestra al mundo y el simplismo que facilita evadir preocupaciones y angustias.
Me explico con un ejemplo.
Se hizo público que la empresa Televisa, por encargo de Zaldivar y con dinero público, desarrolló propaganda para destruir prestigios de sus compañeros ministros y ¡No pasó nada!; de hecho, tampoco fue sorpresa, como que la sociedad ya perdió capacidad de asombro y reacción; ya toda aberración está normalizada, si la sociedad no se enardeció con el hallazgo de un campos de exterminio funcionando a pesar de estar asegurado por el gobierno, ya será muy difícil hacerla reaccionar.
¿Recuerda las campañas de desprestigio contra todos los políticos en campaña?
Estas travesuras antes se hacían en la radio, luego en las televisoras monopólicas que se complementaban con medios impresos, ahora que la sociedad ve menos televisión, que pocos leen y abundan los celulares, se hacen mediante redes y mecanismos de repetición que taladran inteligencias modestas e indefensas asociando las ideas que les interesa posicionar con particularidades que a cada destinatario de esos mensajes les atraiga.
Esos hábitos de uso de pantallas garantizan posicionar la convicción que le interesa a quién paga el servicio.
Eso hacen esos magos de la manipulación digital, aprovechan preferencias de consumo para inocular posicionamientos, abusando del simplismo cerebral en que se han instalado las masas que cada vez se aíslan más en su adicción por las pantallas
Si el gobierno necesita posicionar a sus personajes es muy fácil hacerlo mediante estas prácticas.
Aprovecha esos métodos de persuasión quién los puede pagar, o sea, el gobierno entre los grandes ricos.
En efecto, si necesita que se deje de hablar de violencia, de sus vínculos con cárteles, de droga, de huachicol, de exterminio de personas, del déficit fiscal, de tu geolocalización y de la conservación de tus mensajes y comunicaciones privadas para que las supervise el estado y sea legal instalarte una mordaza; basta posicionar distractores como una polémica contra Zedillo o inventar como siempre chungas y tonteras.
Con esas mañosadas, el oficialismo le impuso a la sociedad la reforma judicial inoculando como argumentos que se trata de una demanda social para abatir la corrupción cuando en realidad es una perversión funesta del obradorato para intoxicar el sistema de impartición de justicia, violar su independencia y capturarlo.
Con esas estrategias de márketing posicionaron narrativas seductoras que engañaron a las masas y posicionaron una política de dádivas que en realidad incrementa la pobreza y reduce la esperanza de desarrollo, pulveriza las finanzas públicas y restringe el margen de eficacia gubernamental a niveles de mediocridad paupérrimos, pero mantiene adeptos.
Esos modelos de manipulación encuentran campos fértiles en mentes sencillas que son mayorías silentes que se hunden en sus condiciones marginales sin siquiera percibirlo sustituyendo sus preocupaciones con secuencias de tik tok que en realidad son mecanismos de hipnosis y distracción.
Pues bien.
Si estos son los métodos contemporáneos, será en ese el ambiente donde la oposición y las resistencias sociales tendrán que dar la batalla con creatividad y audacia para competir contra el oficialismo que ya ocupa estos métodos para pervivir.
Ni hablar, es lo que hay, antes como antes, ahora como ahora.
Tiene idea ¿Cuántas veces al día Usted voltea a ver su celular?, ¿Cuántas horas al día observa una pantalla?, si eso le pasa a Usted que se da tiempo de leer artículos como este, imagínese a las masas que no tienen ninguna motivación para hacer algo útil.
¿Quién no ha padecido una charla con un fanático que sólo repite sin tener alguna idea de lo que dice?
Imagínese hacia dónde va nuestra sociedad con un sistema educativo por los suelos que abandonó la lectura, el pensamiento profundo y el fomento a la autoestima y en cambio se hipnotiza con las pantallas.
De continuar este proceso de simplismo en las capacidades cognitivas de la sociedad, inevitablemente se irá ampliando la brecha de esas enormes diferencias, antaño claramente definidas por capacidades económicas que polarizaban a la población.
Triste, pero de manera inminente, muy pronto veremos segmentos poblacionales diametralmente distantes, pero ahora al margen de su capacidad económica, cada vez más definidas las distinguiremos como masas instaladas en simplismos dominadas por los mercadotecnistas y por el otro, minorías resistentes a la agresivísima manipulación de las redes sociales que se aferran a la lectura y al pensamiento crítico.
Cuando eso pase y ya está pasando, ¿Dónde quiere estar y dónde su familia?
José Carlos González Blanco.
12 de mayo del 2025