ENTRESEMANA/ Del verbo xingar

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

A Ivonne Melgar le preguntaron: ¿tienes miedo?

Menudita, frente al micrófono frunció el ceño y rechazó tenerlo. “Nada”, respondió sin entretelas porque la pregunta fue antecedida por aquello de que su trabajo editorial “Xingona”, la biografía política de Xóchitl Gálvez Ruiz, le acarrearía amenazas.

Y no cualquier amenaza en tratándose del escenario que se vive en el México de la sucesión presidencial, en el que cualquier poderoso, delincuente o político que se sienta ofendido e incluso un servil oficioso se atrevan a amenazar en aras de mantener privilegios, cotos de poder.

Porque…

Cómo es que se publica un libro biográfico de quien tiene alta posibilidad de echar del poder a quienes se lo apropiaron desde antes del sábado 1 de diciembre de 2018, en el periodo de transición y se encariñaron con la ortodoxa práctica de la corrupción cínica e impune.

Y es que, señoras y señores, este trabajo de suyo periodístico –“Xingona”—aparece justo a la mitad de la contienda formal por la Presidencia de la República y, el personaje, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, se ha convertido en algo más que un dolor de muelas para el principal oligarca del país, el más poderoso y dueño de un presupuesto superior a los 8 billones de pesos.

Se llama Andrés Manuel, se apellida López Obrador y, en la ruta crítica de los estertores de su gobierno le ha dado por pelearse con fantasmas.

Así que, saber que paulatinamente crece la preferencia del voto a favor de la ingeniera Xóchitl Gálvez, le incomoda y lo apresura en la estrategia de descalificar a la oposición y enfatizar en las propiedades –como jarabe que todo lo cura—de su candidata Claudia Sheinbaum Pardo.

Por eso, por eso…

Cuando en la presentación de su libro, de entre el público, asistente a la reunión en la librería Porrúa de la avenida Insurgentes, límites de las colonias Roma y Condesa, le deslizaron la posibilidad de que “Xingona” sea considerada propaganda a favor de Xóchitl Gálvez, Ivonne retó:

“…espero al valiente que me diga que es propaganda”.

Lea usted “Xingona”. Biografía política de la ingeniera Xóchitl Gálvez, nada que ver con lo que se ha editado acerca de la doctora Sheinbaum. No es elogio burdo como un cortometraje que nos recuerda que la favorita del profesor es de pelo chino y no modelo de Vogue como sus publicistas la pasean.

¡Ajajá!

¿Será que por eso pretenden victimizarla con ese capítulo del retén de encapuchados que detuvieron con harta cortesía la vulgar camioneta último modelo en la que recorría, en esta etapa de campaña, caminos del sur chiapaneco, en Motozintla?

Piense mal y acertará.

¿Cómo despojarse de la sospecha de que fue montaje, si el propio licenciado presidente lo considera en ese nivel propagandístico?

Se supo que el asunto del retén fue preparado con acuerdo entre altos mandos militares y quienes asumieron identidad de autodefensa, aunque en la localidad se les identifica miembros del Cártel de Sinaloa.

¿Iban armados? Si, pero ¡caray!, quienes estuvieron cerca de doña Claudia dejaron las armas y, con buenos modales, cortesía en el decir y hasta el saludo, hombres que dijeron no estar en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ni ser fifí –en serio, no se ría—y previeron que la candidata del Corporativo Morena y Asociados ganará la elección del 2 de junio.

Por eso, con cortesía no vista en integrantes del crimen organizado en cualquier parte del país, le pidieron ayuda para esta región que, dijeron se pelean dos bandos –el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.

¡Recórcholis, señor Joaquín Guzmán Loera!

Vea y escuche usted con detenimiento ese breve encuentro en el que la doctora Shein sólo balbuceó dos o tres palabras.

¿Propaganda, montaje?

Ya cuando pasan esas cosas, por la experiencia que nosotros tenemos, ya sabemos de que es muy probable que sea propaganda, porque el que va a hacer un planteamiento ni va encapuchado ni está grabando”, dijo el experto licenciado López Obrador.

Pero…

¿No recuerda el Duce López Obrador cómo se presentó el sub Marcos cuando se retrató con él hace 30 años en algún lugar de las montañas de Chiapas?

¿No ha visto los videos de criminales que detienen y asesinan a conductores del transporte público en carreteras de Puebla, Oaxaca, Zacatecas, Sonora, Guanajuato, Estado de México y en las goteras de la capital del país?

Hay que contrarrestar al ascenso de Xóchitl. Hay que conjugar el nuevo verbo: xingar.

¡Ah!, pero había que borrar cualquier brizna de sospecha de un montaje operado desde Palacio y, ñoños, le echaron la culpa a Latinus.

¡Recáspita, Loret!

Pero, pero…

Sipi. La doctora Sheinbaum y el licenciado presidente erraron el tiro. Bordaron mentiras, acusaron sin pruebas. Mienten como respiran.

Acusó Claudia que el reportero Gerardo Mejía y el camarógrafo que lo acompañaba, fueron los únicos en estar en el lugar del bloqueo, pero una reportera que cubre la campaña de Sheinbaum le aclaró que a los reporteros no los dejaron bajar de la camioneta en la que iban en esa caravana de la candidata.

Y el reportero Carlos Guzmán explicó al sabelotodo licenciado presidente cómo es la cobertura de campaña y que, en efecto, no los habían dejado bajar del vehículo, en tanto reportero y camarógrafo de Latinus viajan independientes y, por tanto, fueron los únicos en grabar y filmar el encuentro encapuchados-Sheinbaum.

“Entonces –puntualizó López Obrador–, pues es muy extraño lo que sucedió allá por Motozintla, en Chiapas, Y hay, en efecto, hay grupos que se están enfrentando, pero esto sí es algo muy especial. Hay que verlo.

“Me dicen que el Reforma publicó que estaban armados los de la comitiva de Claudia; quienes la acompañan informaron que no estaban armados. Es propaganda, lo más probable es que sea propaganda”.

¿Habló con la candidata, presidente?

No, no hablé con ella, pero la conozco bastante bien y sé que es… Ya saben lo que pienso, no soy objetivo en este caso porque la considero muy inteligente; además, una mujer con carácter, con aplomo –respondió Su Alteza Serenísima.

–Para concluir, presidente, ¿lo ve como un montaje, entonces?

–Sí, es muy probable que sea un montaje, muy probable, porque encapuchados. Si alguien tiene una denuncia, ¿para qué se va a encapuchar? Y, además, dicen ahí que es pacífico. Pues si es pacífico…–atendió López Obrador, aunque ya había referido que en esa zona operan dos bandos.

Un retén light con ganas de xingar. Usted y yo hemos sido testigos y hasta víctimas de retenes. Y dan temor, así sean soldados, temor que no se notó en la candidata de Palacio Nacional. ¿Estamos?

Culpar a Latinus, también es una de esas burdas ganas de xingar. ¿Temor al crecimiento de la Xingona en los momios de la preferencia del voto? Bien por la colega y amiga Ivonne Melgar.

ME PLATICARON QUE PEDRO DÍAZ, conocido como “El Peter”, candidato de la coalición PAN-PRI-PRD a una diputación al Congreso de la Ciudad de México, sostiene que sólo con programas integrales y de la mano con la ciudadanía se revertirán viejos males en las alcaldías de Iztacalco y Venustiano Carranza. Hay que ponerse a chambear y entregar resultados a la ciudadanía, no engañarla, puntualiza

DE PENA AJENA EL PAJE JENARO VILLAMIL, encargado del despacho de la presidencia del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano. Vinculó a su jefe Andrés Manuel López Obrador con la Santa Muerte; burdo propagandista presumió:

“El día de hoy yo quería estrenar mi nuevo suéter, pero hace calor. Y la verdad es que un verdadero hombre debería tener siempre esta playera y decir esto: ‘Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador’”. ¡Tibiri tábara, Drakko! Digo.

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