JUAN CHÁVEZ
El tercer y último debate presidencial quedó marcado como los dos anteriores: propuestas y críticas no pararon en las dos horas que duró la confrontación.
En este último encuentro, realizado en el Centro Cultural Tlatelolco, se discutieron temas de política social; inseguridad y crimen organizado; migración y política exterior, y democracia.
En medio de acusaciones, señalamientos y cuestionamientos, los candidatos se dieron tiempo para hacer algunas propuestas al electorado para sumar votos, sobre todo de los que aún están indecisos.
Hubo algo que destacó porque es una necesidad si hay que mirar al futuro de México: una reforma fiscal, que propuso el abanderado de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez.
Claudia Sheinbaum se desvivió en la exposición de los resultados de su gobierno en la CDMX y en destacar los programas sociales y la política exterior del gobierno de López Obrador.
En este último tema ella olvidó y Xóchitl Gálvez dejó pasar la oportunidad de señalar lo que el mañanero de Palacio declaró en los comienzos de su mal halado gobierno: “La mejor política exterior es la política interior”.
Durante el tercer y último debate presidencial los candidatos Jorge Álvarez Máynez, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez expusieron su visión sobre la política social.
La aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México inició su presentación al decir, «vengo a defender la vida, la libertad y la democracia».
Por su parte, la candidata por la coalición Sigamos Haciendo Historia, Sheinbaum, comenzó recordando a los jóvenes de 1968, «donde hace 56 años ocurrió uno de los procesos más dolorosos auspiciados por el PRI». (No fue el PRI el responsable; fue el Batallón Olimpia, creado por el general Luis Gutiérrez Oropeza y la tropa del secretario de la Defensa Nacional, general Marcelino García Barragán, que cruzaron balazos sin importarles que cientos de estudiantes fueran acribillados por las balas del dividido Instituto Armado)
«Los programas sociales se quedan, Morena se va», refirió Gálvez con críticas mientas aseveró, «sin miedo al éxito, este país va a salir adelante con educación». Destacó que «50 millones de personas no tienen acceso al sistema de salud».
Sheinbaum hizo hincapié en los «resultados» de la gestión morenista y se justificó, «somos los únicos que tenemos resultados».
Asimismo, la candidata oficialista coincidió con las promesas del aspirante Máynez al decir, «vamos a seguir aumentando el salario mínimo».
En salud prometió más profesionales y medicina para toda la población. Lo cual resulta una crítica a la Megafarmacia de López Obrador y a su declaración de que “en salud seremos mejor que Dinamarca”.
Así, el tercer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) se dirimió entre críticas, ataques y propuestas de cara a las elecciones del 2 de junio.
Sheinbaum no cesó de llamar a Xóchitl “candidata del PRIAN, si reparar que su patrón de Palacio fue dirigente del partido tricolor en Tabasco y hasta un himno le compuso.
Xóchitl señaló que Mario Delgado, el líder nacional de Morena, está siendo investigado en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narco.
Manifestó la candidata de Fuerza y Corazón por México que Sheinbaum, cuando se dice constructora del segundo piso de la cuarta transformación, va a construirle “un segundo piso a la inseguridad”.
Esta tercera cita entre las candidaturas presidenciales llegó precedida por una fuerte presión que durante los últimos días ejercieron diversos personajes de Fuerza y Corazón por México hacia Álvarez Máynez, con la finalidad de que el abanderado de Movimiento Ciudadano declinara por Xóchitl Gálvez, lo cual no ocurrió.
Luego de que en el segundo debate Xóchitl se refiriera en diversas ocasiones como “narcocandidata” a Claudia Sheinbaum, para esta tercera cita le fue prohibido utilizar ese adjetivo, aunque la panista sí hizo una referencia a esa palabra.
No obstante, la estrategia de lanzar más ataques que propuestas la continuaron en este tercer debate.
La candidata de oposición retomó el tema de las propiedades de la exjefa de Gobierno de la CDMX, además de criticar acciones y programas que el gobierno federal presenta actualmente como logros del sexenio.
Del mismo modo, Gálvez Ruiz insistió en que México pasa uno de los peores momentos en seguridad.
Una de las críticas que lanzó a Sheinbaum fue haber utilizado una imagen de la Virgen de Guadalupe, lo cual le reclamó asegurando que la candidata de Morena ni siquiera cree en Dios y juega con la fe de los mexicanos.
Los temas de Política social; Inseguridad y crimen organizado; Migración y política exterior; Democracia, pluralismo y división de poderes, fueron los tópicos en la crónica del tercer debate presidencial.
Entre algunas de las propuestas de Xóchitl Gálvez sobre estos temas, la candidata panista aseguró que su estrategia de seguridad se enfocará en fortalecer a los policías estatales y municipales con mejores salarios y capacitación.
También dijo que será “una candidata daltónica”, pues gobernará con personajes de todos los colores.
Conservando la estrategia conservadora de puntera en las encuestas, Claudia Sheinbaum Pardo optó, de nueva cuenta, por no contestar la mayoría de los ataques lanzados por Xóchitl, incluso el señalamiento al tema religioso personal.
En todos los temas, Sheinbaum retomó los logros mostrados como tales por la actual administración de la 4T, por lo que indicó que continuará con la mayoría de políticas implementadas.
En el caso del tema de migración, la oficialista resaltó la reciente reunión del presidente López Obrador con el primer ministro de Belice y el presidente de Guatemala pues, aseguró, es necesario también voltear hacia el sur y afrontar este tema desde las causas y las razones estructurales.
Respecto a modificaciones estructurales del sistema político mexicano, Claudia Sheinbaum expresó que, de ganar la Presidencia, analizará y discutirá la posibilidad de desaparecer los 200 diputados plurinominales y los senadores de Lista Nacional.
Xóchitl en su mensaje final destaco que en el 2 de junio hay dos caminos: Votar porque siga la corrupción y el autoritarismo o votar por un país que no tenga miedo, que goce de libertad y de paz.
Por la mañana, Xóchitl había encabezado la manifestación de la Marea Rosa en el Zócalo, que se repitió en 60 ciudades del país y otras urbes de Estados Unidos, Canadá, España y Francia.