JUAN CHÁVEZ. Existe una rebelión entre los generales de cinco estrellas.
La milicia sabe que el ‘hackeo’ a sus sistemas de información fue producto de las agencias de inteligencia del gobierno de Estados Unidos, DEA, CIA o el mismo Pentágono.
Da por hecho que el hackeo a sus sistemas de información no fue producto de ciberdelincuentes comunes, de ésos a los que mueve el dinero o los ideales.
Pero también tienen claro que no pudieron vulnerar sus bases de datos sin que desde dentro hubiera quien facilitó el acceso a los seis terabytes de miles de horas de audios y videos y millones de documentos.
En la Sedena hay en la actualidad dos bandos claramente identificados: los del secretario en funciones, Luis Cresencio Sandoval, y los del exsecretario del sexenio pasado, Salvador Cienfuegos.
Éste último sigue teniendo un peso relevante en altos mandos del Ejército. Su fuerza quedó de manifiesto hace dos años, cuando fue detenido en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
Ahora, lejos de cicatrizar la herida, las diferencias se han ahondado. Sandoval prohijó una nueva élite castrense que se beneficia del poder económico que López Obrador le ha dado, lo que ha significado el desajuste, la humillación de la otra parte que en el menor de los casos construye obras y reparte vacunas y en el peor sale a enfrentar a cárteles del crimen organizado.
El descontento se acrecentó con las 21 órdenes de aprehensión que se expidieron contra igual número de militares a los que se acusó de desaparición forzada y delincuencia organizada por el caso Ayotzinapa.
Pero si en el Ejército la escisión marca el paso, ahora, que en el estado de México el PRI de “Alito” ungió a Alejandra del Moral como la coordinadora en la Defensa del estado de México, se advierte que el tricolor está jugando el juego de la maestra Delfina, que Morena escogió como “coordinadora” y todavía no como candidata, porque aún no llegan los tiempos electorales.
El PRI irá con su propia candidata y el PAN con el ex presidente municipal de Huixquilucan. Dante Delgado, con su Movimiento Ciudadano, moverá a una aspirante que, ha asegurado, ganará el 12% de los votantes.
La estrategia no parece mala. Es cosa de restarle votos a la Morena de López Obrador y hasta de ganarle la gubernatura del Edomex, como preámbulo de lo que acontecerá en la presidencial de 2024 y la renovación de las cámaras del Congreso.
El gobernador Alfredo del Mazo Maza dio ayer jueves un paso de cara a la elección del candidato del PRI. Pero el que se haya designado a Alejandra del Moral como la coordinadora en Defensa del Edomex no quiere decir necesariamente que la ya exsecretaria de Desarrollo Social vaya a ser la candidata.
En diversos sectores del priismo mexiquense sigue ganando fuerza Ana Lilia Herrera, quien ha logrado posicionarse en 125 municipios, 45 distritos y 20 regiones de la entidad y goza de la simpatía de los exgobernadores.
Las elecciones en el Edomex constituyen la gran jugada del Hándicap Presidencial. Digamos que se colocará el arrancadero automático, con los y las aspirantes, incluidas las dos corcholatas finalistas de AMLO, entrando al arrancadero para correr por la candidatura presidencial.
Es decir, el Gran Premio del hándicap consistirá en dos carreras: la primera, de los aspirantes, la segunda, la del Gran Premio: la Presidencia de la República.
Y el PRI, en esta semana que termina, parece haber despertado, sobre todo con el discurso de Claudia Ruiz Massieu, que abiertamente y sin rodeos, se colocó como aspirante a la Silla del Águila.
Se abrió también, en el “Foro por México”, la participación de los mejores cuadros del PRI en la jornada electoral por los nuevos diputados y senadores.
Habrá nombres como la propia Claudia Ruiz Massieu, Sylvana Beltrones, Nuvia Mayorga, Claudia Anaya, Miguel Ángel Osorio Chong, Jorge Carlos Marín, Eruviel Ávila, Manuel Añorve, Mario Zamora, Manlio Fabio Beltrones, Pedro Joaquín Codwell, Beatriz Paredes.
Inclusive, se puede pensar en Arturo Zaldívar como futuro senador, dado que este fin de año dejará la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ha manifestado no completar su período como ministro un año más.