JUAN CHÁVEZ
Tras las precampañas ilegales, en el primer minuto de este 20 de noviembre, iniciaron las oficiales
Luego del tránsito a la ilegalidad en la competencia política al pasar del piso parejo que por años tanto exigió López Obrador como opositor, al delito parejo en el que hizo caer a la oposición a la que provocó también violar desde junio, como él, los tiempos electorales, han comenzado las precampañas de quienes aspiran a llegar a la Presidencia de la República.
Desde luego se trata de una bochornosa y riesgosa simulación, ya que las dos principales alianzas opositoras que disputarán la titularidad del Poder Ejecutivo federal tienen definidas ya a sus candidatas, lo que en teoría apenas tendrían que buscar en esta primera fase del proceso electoral 2023-2024.
Si lo azaroso de la política no nos da una sorpresa, lo inédito será que México será gobernado por primera vez por una mujer.
Por parte de la 4T, dejarán la farsa inicial al cambiar el cargo de Claudia Sheinbaum, de “coordinadora de la defensa de los comités de la cuarta transformación” a precandidata única de la coalición Morena-PT-Verde, y por la oposición, cuando Xóchitl Gálvez pase del cargo de “responsable nacional para la construcción del Frente Amplio Opositor” a precandidata única de la alianza PAN-PRI-PRD.
El único partido que esperó a los tiempos que marca la Ley Electoral fue Movimiento Ciudadano más por su conveniencia fallida de esperar para ver si el morenista Marcelo Ebrard rompía con López Obrador y se convertía en su candidato, que por la convicción de acatarla.
Por eso, el único que no arrancaría este lunes como precandidato único sería el gobernador con licencia de Nuevo León, Samuel García, aunque de última hora eliminaron de un plumazo a sus contendientes para ungirlo, por haber sido incluso destapado por López Obrador.
La gran diferencia entre las primeras precampañas ilegales que arrancaron desde junio con la venia presidencial y que dejaron muy mal paradas a las autoridades electorales, tanto al INE como al Tribunal Electoral, será la utilización de los spots de parte de cada aspirante presidencial.
Habrá que ver qué tanto influyen y si se mueven las preferencias electorales en esta primera fase de la contienda que en teoría está dirigida sólo a los militantes de cada partido.
Veremos si Sheinbaum se repone de saber, ella y sus simpatizantes, que el bastón de mando que le dio el residente fue sólo para la foto, y que en realidad él seguirá teniendo la última palabra, tal y como pasó con el nombramiento de las y los candidatos morenistas a las gubernaturas.
También si Xóchitl recupera algo del impulso inicial con el que irrumpió en la escena opositora y que se fue apagando en las últimas semanas. Y si Samuel, que no tiene nada que perder y mucho que ganar, se sacude la etiqueta de candidato esquirol de la 4T y pasa de ser un opositor testimonial a repetir la hazaña de pasar del último lugar y rebasar a tres contendientes para quedarse con la gubernatura de Nuevo León, como hizo hace dos años.