JUAN CHÁVEZ
Así es. Inclusive, las representaciones de La Pasión tienen un sello de turismo morboso y absurdamente separado de la espiritualizada religión.
La Iglesia católica sostiene que Jesús vivió en la pobreza y cerca de los pobres. Naturalmente, la Biblia es la que encamina tal creencia.
Investigar, pocos lo hacen y son señalados como ateos. Nadie acepta, además, que Jesús, muchos años antes de ser investido como el gran redentor, vivió a la sombra de la riqueza de María Magdalena y se preparó bajo los signos de la comunidad de los esenios en la apartada Qumrán, al norte del mar Muerto.
Pero la semana que él hizo santa, es la semana menos santa de las 52 que integran el año.
La mayoría de la gente olvida ir a los templos y se consagra al descanso si no tiene dinero para pasear, turistear, ir a las playas o alguno de los pueblos mágicos.
En Taxco, la multitud presencia los flagelos que se imponen los penitentes, hasta sangrar sus espaldas.
En Iztapalapa, más de dos millones presencian el espectáculo de La Pasión que este año los intérpretes buscan que sea reconocido patrimonio cultural por la UNESCO.
Pero en semana santa, el Diablo también está presente. El lunes, descarriló un vagón del afamado Tren Maya, para preocupación, si es que es ser humano, de López Obrador.
La candidata presidencial Xóchitl Gálvez, reveló que presentó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción por el caso de la asignación de contratos para la compra de balasto en la construcción del Tren Maya.
La aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México señaló que existen irregularidades para un incremento de su costo, al pasar de una estimación de 120 mil millones de pesos a más de 500 mil millones de pesos.
En diablesca actitud (por hipócrita), Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, declaran que “son muy buenas amigas”, luego del jalón que la primera le dio el 1 de marzo, para apartarla de la aclamación que “solo era para ella”, en la concentración del Zócalo con la que inició su campaña.
Ricardo Salinas Pliego obtiene suspensión definitiva contra clausura de campo de golf y otra vez la justicia mete en aprietos a López Obrador que antes de la santa semana declaró convertirlo en parque, luego de que la Guardia Nacional lo aseguró por instrucciones de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
Todos, eventos que se han dado en la también llamada Semana Mayor, aunque tenga igual medida que todas las demás: 7 días.
Hay falta de consciencia y alejamiento de Cristo. La semana santa tiene sus raíces profundas en el capitalismo salvaje que estructuralmente se basa en la codicia y la ambición. El Dios consumo, de la diversión, de pasear, de entrar al desatado jolgorio.
Bulle en mi mente en esto días santos, aquel proyecto de Charles Chaplin que narra en su autobiografía y que se refería a filmar La Pasión en el escenario de un cabaret,
El espectáculo ofrecía a la clientela la Pasión de Cristo. Mientras los meseros iban y venían con viandas y bebidas para los comensales, en el foro se llevaba a cabo, como show, la crucifixión de Jesús. Un público indiferente charlaba y reía a carcajadas en sus mesas. Un ebrio se daba cuenta de lo que en el foro sucedía y se ponía en pie, angustiado. “¡Miren! —clamaba con desesperación—. ¡Nuevamente están crucificando a Nuestro Señor!”
Y por ser santos, por respeto a ellos, bajo la cortina y les digo a nuestros lectores que nos volveremos a ver el lunes 01 de abril, luego del jolgorio santo.