* Abreu dijo no vamos a ir con Morena en la Reforma energética, “ya lo verán”
* La jugada del Presidente de proteger al responsable de la política interna
* Las figuras para la posible alianza son Soraya Pérez y Juan Manuel Fócil
ANTONIO CARAVEO MALDONADO (Tabasco). Desestimar. “No somos paleros ni vamos a chantejear. Ya lo verán al final que la Reforma energética no va pasar como lo plantea el Presidente”, expuso hace varias semanas el delegado del CEN del PRI, Genaro Abreu.
Diversos actores políticos no dieron por válido ese punto de vista del priista. Sobre todo, no era un señalamiento de un directivo de la dirección nacional.
No se daba margen en creerle, puesto las señales estaban enmarcadas de ir en la ruta de Primor. Sus aliados del PAN y PRD (Va por México en algunos estados donde se disputan seis gubernaturas), al igual cómo MC, quien no va en ese acuerdo, en privado les inquietaba del coqueteo con Morena por dos gubernaturas.
Ayer, Alejandro Moreno, dirigente nacional del otro partidazo, dio un golpe en la mesa al ratificar su alianza con los panistas y perredistas, al sentenciar de no aprobar la iniciativa presidencial de la Reforma Energética.
Vamos a ver, si al partido en el poder le queda cartas para jugar y pueda sacar las iniciativas presidenciales si modificar ni una coma el próximo lunes.
En esa subida, el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier ya bajo la guardia. Recibió la línea de poder enriquecerse la reforma con las ideas de otros partidos. Eso lo dibujo en tiempo y forma, el senador Ricardo Monreal, pero causó indignación entre sus correligionarios de Morena.
Se puede avizorar de aceptar los términos de los opositores, les quitarán muchas comas y puntos a la iniciativa. Y va avanzar.
DE BAJADA
Se debe leer bien lo del de Macuspana. “Adán Augusto López, responsable de la política interna del país, no es precandidato a la presidencia. El me está ayudando a cumplir con la agenda”. Y con ello, cantar de haber quedado fuera de la contienda por la candidatura al mando federal de Morena, no es real. López Obrador, con esa supuesta eliminación, lo protege. No está dispuesto someter a un desgaste innecesario a uno de sus hombre de mayor confianza, cuando apenas lleva ocho meses en el gabinete. Hay mucho espacio en el crecimiento y dar la batalla. Eso lo sabe el de Palacio Nacional. Adán Augusto, así lo toma. Ha de haber dichos a sus seguidores en Tabasco, “tranquilos, el juego apenas empieza”.
La construcción de la alianza en Tabasco hacia el 2024 será entre PRI y PRD. Eso lo saben Dagoberto Lara, líder del tricolor y el senador Juan Manuel Fócil, dueño de la franquicia perredista. No extraño, la postura de MC, vía Pedro Jiménez León, de no ir con su ex partido.
Por cierto, falta ver si sigue creciendo. La pugna de Jiménez León y el diputado federal Gerardo Gaudiano. El primero, sabe de no tener posibilidades de ser candidato ganador a la gubernatura y el segundo, debe dejará pasar la del 2024, pues tampoco le dará. La disputa entre ambos va ser la curul del senado.
En la alianza priista-perredista, no hay una figura realmente competitiva. De lado del ex partidazo, una figura podría ser la diputada Soraya Pérez y por el sol azteca, Juan Manuel Fócil. Hasta ahorita, no hay más ni tampoco se ve una figura externa.