CONSULTORÍA EMPRESARIAL/ La disrupción digital

 

JULIO CÉSAR BRISEÑO CRUZ*. Analistas de datos, especialistas en Inteligencia Artificial, aprendizaje automatizado, técnicos y otros perfiles relacionados con ciencias, matemáticas, ingenierías y tecnología serán cada vez más codiciados por empresas tecnológicas, escalables y disruptivas.

Así, la siguiente gran batalla de las scaleups será por el talento. De dónde saldrá la cantidad necesaria para acompañar a las empresas con grandes crecimientos. Además, las empresas enfrentarán la presión de traer fondeo de inversionistas que esperan se cumplan las metas agresivas de crecimiento proyectadas por las startup o scaleup.

Hace cuatro años Kavak, que hoy es unicornio, tenía 30 empleados y ahora 5 mil; Jüsto inició con 55 y cuenta hoy con mil 600, y Bitso empezó con ocho y ahora tiene 750.

Y mientras la nube, entornos multinube, ciberseguridad y la Inteligencia Artificial son las tecnologías que consolidarán la transformación digital en 2022, aumentan las búsquedas de inversionistas entre las startup, sobre todo en emprendimientos disruptivos.

Las startups digitales por lo general, nacen de la hipótesis de los fundadores de interrumpir un mercado existente mediante la creación de un cambio gradual respecto a las soluciones existentes.

Para ello, requieren la capacidad de lidiar con la incertidumbre durante la mayor parte de su vida temprana. Tienen un intenso sentido de urgencia y pueden pivotar rápidamente. Las startups exitosas tienen un equipo experimentado con un compromiso inquebrantable para hacer que su idea sea un éxito.

Los equipos de inicio exitosos están compuestos por empresarios experimentados que poseen amplias habilidades digitales y de innovación y experiencia en áreas clave necesarias para llevar el nuevo producto al mercado.

Las startups exitosas pivotan cinco veces en promedio. A veces, los fundadores necesitan ajustar la tecnología, evolucionar su estrategia de comercialización o tal vez repensar fundamentalmente su modelo de negocio o casos de uso.

Mientras las grandes empresas tienden a pasar por alto a los clientes  pequeños, sin un presupuesto enorme o una marca fuerte, y quizás no tan sofisticados como otros clientes, ellos si son electos por la startup disruptiva.

El mayor riesgo para convertirse en un disruptor es el modelo de negocio, la cultura y la burocracia existentes de una empresa. Aunque cada empresa fue una startup una vez en su historia, muta a un pensamiento corporativo maduro con el tiempo, por lo que la mayoría del talento emprendedor elige irse.

Se necesita construir una ventaja propia y única en el futuro campo de batalla digital. Esto implica allegarse del talento necesario con profesiones que probablemente no existan aún, como escritores de historias a través de datos, pero también contactar con los inversionistas para pivotear las ideas y crear.

*CEO de Cénit, Consultoría empresarial y banca de desarrollo

www.entresemana.mxx