FERNANDO IRALA
El general que llegó hace once años al máximo cargo al que un militar en activo puede aspirar en México, ha tenido en el último trienio de su vida más menciones y emociones que las obtenidas en décadas anteriores.
La revisión cronológica de los hechos deja dudas e interrogantes.
El 15 de octubre de 2020 fue aprehendido en Estados Unidos, a petición de la DEA, por cuatro cargos de narcotráfico.
Al conocerse la noticia, el Presidente de la República se refirió al tema en su siguiente conferencia mañanera, y lo calificó como “muestra inequívoca de la descomposición del régimen liberal, la peste que tanto daño ha hecho al país”.
Un día después ya hubo mayor cautela. Aunque calificó la situación como bochornosa y vergonzosa, “tengo que esperar a que se presenten las pruebas y no se puede juzgar a priori por un mal comportamiento; en caso de que se demuestre, si él resultara responsable, no es lo mismo la conducta del general que de una institución como la Secretaría de la Defensa”.
En las siguientes semanas, la postura cambió. El 29 de octubre en la mañanera, el canciller dio a conocer el profundo descontento del gobierno mexicano por el caso.
Con fecha 17 de noviembre, el Departamento de Justicia de ese país se desistió de los cargos, para que fuese investigado y en su caso procesado en México. Al día siguiente, el militar regresó a territorio nacional. Los medios especularon sobre un acuerdo entre ambos gobiernos.
El 25 de diciembre, la Secretaría de la Defensa clasificó el expediente del general en retiro como confidencial; en cambio, el Presidente dio la orden para desclasificar el expediente entregado por el gobierno norteamericano, el 15 de enero, lo que motivó al Departamento de Justicia de EEUU a expresar una profunda decepción porque con ello se incumplieron los términos del Tratado de Asistencia Mutua.
Una semana antes de esta última fecha, la Fiscalía General de la República había informado de la exoneración del general, al no encontrar elementos probatorios de las acusaciones.
Luego pasaron mil días. Pero la semana pasada fue de aniversarios. Su cumplieron dos siglos de la fundación del Colegio Militar. Y el domingo se completaron tres años del arresto del general en Los Ángeles. En la ceremonia de aniversario del Colegio se entregó, entre otras, una presea al general Cienfuegos.
¿Por qué les molesta?, se preguntó el Presidente en su siguiente mañanera.
De esta pregunta, y de otras, escribiremos en otra entrega.