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VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ. Por diversas razones, en los últimos seis años, me he visto en la necesidad de requerir los servicios de ambulancia; inicialmente acudí al ERUM, pero su deficiente servicio me obligó a recurrir a negocios privados.
Hace cinco años mi padre, 92 años, tropezó con un tapete de su recámara. No podía ponerse de píe. Solicitamos una ambulancia del ERUM para trasladarlo a un hospital del ISSSTE.
Luego de la llamada, dos policías llegaron a mi domicilio a bordo de una patrulla. Acudían para tener conocimiento de los hechos. Al igual que yo solicitaron una ambulancia al ERUM; pasaron dos horas y la ambulancia no llegaba. Esto era frecuente, según los policías, pues tenían mucho trabajo. Decidí entonces por contratar una ambulancia particular.
Tres años después nuevamente requerí una ambulancia, la situación fue la misma, mi padre se había caído. Llegaron los policías, tomaron nota de los hechos, solicitaron una ambulancia al ERUM, pasaron las horas y no llegó, una vez más acudí a la ambulancia particular.
En ningún momento investigué si las ambulancias contaban con el equipo médico correspondiente, si cumplían o no con los requisitos establecidos por el gobierno capitalino. En ese momento, lo más importante es trasladar al enfermo a un hospital. Afortunadamente sólo fue el traslado.
Lo anterior viene a colación por la presentación que recientemente hizo el gobierno de la ciudad del Programa de fortalecimiento del sistema de ambulancias de la Ciudad de México. La intención es mejorar el sistema de atención pre hospitalario por lo que adquirió 25 ambulancias, con lo que se llegaría a un total de 65 unidades funcionando por turno.
Cada unidad contará con computadora y enlace digital con la central para no depender de los reportes por radio, cuya señal, se dice son intervenidas por los operadores ilegales para adelantarse a los servicios públicos.
La adquisición de las 25 unidades no garantiza que los capitalinos contaremos con un servicio eficiente. Si tomamos en cuenta que el Erum tiene dos turnos, entonces el total de la unidades será de 130.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe haber una ambulancia por cada 25 mil habitantes, en nuestra ciudad viven aproximadamente 9 millones de personas, por lo que se necesitan 360 ambulancias para brindar atención médica prehospitalaria adecuada y oportuna a los habitantes de la capital.
No obstante las recientes adquisiciones de ambulancias, la ciudad registra un déficit de 70 por ciento, de acuerdo con lo establecido por la OMS.
Este déficit será atendido por las ambulancias de particulares, a las que el gobierno citadino ha iniciado un proceso de regularización, empero, más allá de lo anterior se requiere frenar la corrupción que se da en áreas de gobierno relacionadas con esta actividad.
