CIUDADANO DE A PIE/ El suicidio, sin lista de espera

VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ. Esta es la historia de María, una mujer de 40 años,  con trastornos mentales,  vive en la periferia de la Ciudad de México y desde hace varios meses espera ser atendida en alguno de los dos nosocomios especializados en psiquiatría con mayor renombre en el país: el Instituto Nacional de   Psiquiatría  “Juan Ramón de la Fuente Muñiz”  y el Hospital Psiquiátrico  “Juan Bernardino Álvarez”, ambos ubicados en el Sur de la Ciudad de México.

María padece una enfermedad mental,  que la lleva a la angustia y depresión, a cambios extremos en sus estados de ánimo y  temperamento, a la  bipolaridad y, en consecuencia,  al consumo de drogas, estos trastornos le han provocado pensamientos suicidad.

Este tipo de pensamientos generalmente ocurre en respuesta al estrés y a la capacidad que tiene la persona para lidiar eficazmente con dicho estrés. Cuando esto no es controlado, empiezan a surgirle  ideas suicidas que pueden ir desde pensamientos fugaces sobre la muerte hasta planes detallados de cómo quitarse la vida, como le pasó.

En cuatro meses María ha intentado quitarse la vida dos veces. La primera  aventándose a las vías del Metro de la Ciudad de México  –no  lo logró gracias a la intervención de un usuario – ,  la segunda tomando más de 30 pastillas cuando se encontraba sola en su casa.

Debido a la intoxicación provocada por el medicamento María ingreso a  urgencias del Hospital Xoco;  luego de una semana de tratamiento y ante la probabilidad de otro intento de suicidio,  los médicos decidieron su  traslado al Hospital Juan Bernardino a fin de que iniciara el tratamiento correspondiente.

Tras  recibir consulta con los especialistas,  se determinó su  hospitalización, sin embargo,  no consideraron que no sería posible por la carencia de camas.

Debido a lo anterior se acudió al Hospital  Juan Ramón de la Fuente, sin embargo, la respuesta fue la misma:

No se le puede internar, no hay camas,  comentó el médico residente que atendió el caso

Y si la ven por consulta externa, preguntaron los familiares

Se requiere internarla,  el tratamiento no puede ser de manera externa, respondió el galeno.

Entonces quedará en lista de espera, inquirieron los familiares

No existe lista de espera, los paciente ingresan de acuerdo como se presenten, concluyó el galeno

Luego de haber sido dada de alta en Xoco acudió de manera regular a ambos hospitales con la esperanza de poder ingresar, la respuesta fue la misma: No hay camas. El tratamiento requiere que se interne.

En el Hospital Juan Ramón de la Fuente  le  dijeron que la llamarían, sin embargo esto no ha ocurrido, lleva cuatro meses esperando.

Su familia se ha planteado su atención en un hospital privado, pero los elevados  precios y la lejanía del lugar donde viven les impide hacerlo.

Los hospitales privados más económicos, tienen un  costo promedio de diez mil pesos mensuales; se ubican en el Estado de México.

Los hospitales localizados  en la Ciudad de México – en la zona sur- cobran  en promedio mil pesos por día, más los honorarios médicos y las medicinas requeridas. El tiempo de estancia, en ambos casos es de seis meses.

Según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México (ENEP) correspondiente a 2019, dos millones de adultos en nuestro país han intentado suicidarse.

Actualmente México destina un promedio del 2.4 por ciento del gasto destinado a la salud a la salud mental, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que se invierta del 5 al 10 por ciento.

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