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Se dice que los hombres somos negligentes cuando se trata del cuidado de la salud, hasta que se convierte en un asunto serio o irreversible, más si se es mexicano.
ROGELIO FAZ. El mundo se enteró del segundo contagio por Covid del presidente Andrés M. López Obrador, AMLO, por él mismo. No es el único, solo que, al tratarse de la máxima autoridad de uno de los países más rezagados para enfrentar al Covid, se supone debería ser un ejemplo a seguir al menos en los cuidados protocolarios.
Sin embargo, su imprudencia fue lo que llamó la atención.
A AMLO le gana la actitud machista o valemadrista, como si fuera un muchacho rebelde que contradice todo lo establecido o, al típico mexicano del ‘ahí se va’ y ‘a mi qué’. Y no está solo en el mundo, tenemos a Donald Trump, Boris Johnson o Jair Bolsonaro, y ya sabemos que se dice de ellos. Pues AMLO ya está en esa lista; todo lo que diga o haga así será interpretado.
El chavo ruco
Cuando la irresponsabilidad no se limita a ellos se vuelven un foco de contagio, no solo de un virus, sino de negligencia colectiva, justo lo que requiere el Covid para convertirse en pandemia.
Si los especialistas de la salud como el Dr. Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, recomienda hasta el aburrimiento los protocolos de salud, que hasta los menores de edad lo acatan, entonceees ¿Por qué AMLO en el umbral de la ancianidad es renuente a las recomendaciones?
Posiblemente cree que todos tienen la misma fuerza moral de él para enfrentar a los coronavirus, según el especialista de la salud del país el Dr. Lopez-Gatell.
AMLO es como un ‘rebelde sin causa’ de los años 60 o de un centennial caprichudo fifí. Peeero, ni así se justifica el no deducir que si se tiene una gripita lo prudente seria mantenerse alejado de los demás, más aun, a sabiendas que hay una pandemia.
La receta de mamá
Su actitud parece la de un de niño malcriado a quien su madre (pueblo) le consiente todo. Que cuando le dice: mira ‘mijito’ no salgas de casa y tomate este jarabe. Y el escuincle terco responde ¡no ‘fuchi, caca’!
Palabras que utilizó AMLO para referirse a los corruptos que se portan mal. O cuando pide a delincuentes se porten bien por sus mamacitas.
No obstante, días después dio un mensaje en video con voz modorra y de apapachado tal vez por tanta caricia; con sabiduría anciana confirmo que con Vaporub en el pecho y en los pies se recupera. Además de miel con limón. Emitió recomendar el humo de copal para enfermedades culturales. Como no lo dijo antes se hubieran evitado tantas desgracias.
Más cabrón que ómicron
Y es que el niño “lopitoz” durante la mañanera dijo con voz carrascosa que tenía síntomas de gripa y que se haría la prueba del Covid más tarde, al tiempo que compartía el atril, como antes y después con más personas incluida su esposa. Con esa actitud es como decirle ‘fuchi, caca’ a las recomendaciones del Dr. Fauci.
Y es que este presi cumple con las características del mexicano negligente. Peeero, aun así, le da para recomendar curas contra el Covid, como la receta de su mamá que de seguro nunca atendió o, de su curandero de cabecera (Gatell).
Poco le falto hacerle como Walter Mercado el astrólogo que, sentado en su sillón y capa, rotara la palma de su mano a la altura de su estómago diciendo a sus seguidores: con mucho, mucho amor y enviando un beso sopladito.
AMLO salió más cabrón que ómicron, positivamente negativo para ponerse al nivel de los deschavetados que usted ya conoce, al menos que sean fake news.
¡Ah! es que AMLO es muy “carismático”. Siendo así ni quien diga nada.
