MARTHA CANSECO GONZÁLEZ
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Apenas la semana pasada, les platicaba del valor de lo simbólico como una de las herramientas preferidas del sistema patriarcal para imponer lo masculino y a los hombres sobre todas y todos los demás.
Por eso cuando puedo rescatar y ponderar la aportación que hacen al mundo las mujeres lo hago con mucho gusto y más cuando se trata de mis amigas entrañables.
Verónica Escamilla Lora, mejor conocida como “Doña Vero” nació en el tradicional barrio El Arbolito de Pachuca, el 9 de julio de 1945, acaba de fallecer el pasado 13 de diciembre a los 78 años de edad.
Doña Vero fue de las primeras personas en cultivar la narración oral en Hidalgo, nunca abandonó ese tono tan característico de las y los nativos de El Arbolito, entonces escuchar sus narraciones con esa manera tan especial de hablar, era literal hipnótico.
Y la vi hipnotizar a niñas, niños, adolescentes y personas adultas con sus cuentos que en ocasiones eran de terror, pero también picarescos, tradicionales o históricos.
Como buena pachuqueña sabía manejar el arte del albur. Me lo explicó 50 veces, lo único que me quedó claro es que todo tiene connotaciones sexuales, pero aún a pesar de la advertencia, me es imposible entenderlos y mucho menos contestarlos.
Dice Aidée, la hija de Vero, “tenía tres pasiones, leer, leer y leer. Era excelente cocinera, le encantaban la música clásica, la de Los Folkloristas, la de Amparo Ochoa y Pedro Infante. Hacía unos bordados muy lindos parecidos al punto de cruz, pero más bonitos. También amaba a los gatos”.
Doña Vero participó con Proyecto de Televisión Independiente A.C., que encabezamos Carmen Campos y yo, en varias grabaciones de audio. Su voz narró hace 20 años la versión radiofónica del cuento de Anthony Brown, “La Familia de la Cerda”
¡Hace 20 años nosotras ya estábamos hablando del trabajo doméstico compartido, de la paternidad responsable y de la autonomía económica de las mujeres! Y todo en la voz de Doña Vero.
También Verónica Escamilla participó con nosotras en la elaboración de un producto muy novedoso que hicimos en formato de cuento infantil donde el peso lo lleva la narración en audio, pero qué, también va acompañada de algunas imágenes que permiten retener la atención de la, el oyente, cuando está a punto de perderla.
Es un cuento sobre el cuidado y el pago del agua que se llama “Los Ríos Laguna”, este producto obtuvo un premio nacional, pero como ocurre continuamente, a nosotras nos arrebató la autoría un funcionario menor de la Comisión Estatal del Agua de Hidalgo, que le hizo algunos cambios y la presentó como su idea original.
Ya saben de esos hombres cabeza hueca que sólo están esperando la oportunidad de hacerse del trabajo y el ingenio de las mujeres. Obvio nosotras no fuimos invitadas a recibir el premio.
Pero bien dice el dicho: ¡Afortunados son aquellos que me copian y me plagian, porque de ellos también serán mis errores!
Así que, como verán, nuestra querida Doña Vero, era excelente cómplice, con ella nos aventuramos a desarrollar productos de comunicación que resultaron punta de lanza de algunas acciones que ya forman parte ahora, de políticas públicas.
¡Querida Vero, feliz regreso a la Energía Universal!
Con cariño Martha y Carmen.