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ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Un amable rostro se asomó a mi cubículo y muy discretamente murmuró: ¿Puedo hablar con usted? Me llamo Jazmín Licona Olmos. Vengo a visitarla porque nadie en el Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería trabaja género y vine a pedir su asesoría”.
Me sorprendí bastante, mis terrenos de investigación no están nada relacionados a las disciplinas que se imparten en ese espacio, yo soy de ciencias sociales y humanidades. Sentí raro, ¿qué podía yo charlar con una ingeniera?
Su sonrisa, nunca la olvidaré. El brillo de esa mirada amiga detrás de sus anteojos, mirada transparente, sincera, de compromiso total. De inmediato imaginé cascos, máquinas, puentes, túneles… Por supuesto, supuse que ahí las mujeres también estaban en desventaja, enfrentando algún tipo de discriminación, quizá de violencia.
Jazmín planteó sus temas de interés con verdadero entusiasmo y pasión, le recomendé algunas autoras, le mostré algunos textos míos, pero, sobre todo, le agradecí que se interesara en el tema. Desde entonces, nos convertimos en cómplices de diferentes proyectos e iniciativas. Con gran admiración observé la manera en que ella empezó a dominar esta visión, a volverse un referente y a desarrollar investigaciones de gran calidad.
Por ejemplo, en su artículo científico titulado “Propuestas con perspectiva de género para una empresa constructora aplicando la sistémica”, junto con otros colegas del área de ingeniería y arquitectura, aplicó la metodología de Sistemas Suaves a una empresa hidalguense para comparar la situación de sus trabajadores y trabajadoras. En sus conclusiones, destacó:
“Los resultados de la investigación aportaron evidencia para concluir que la disparidad de género es notoria aún en la empresa del sector de la construcción ubicada en el Estado de Hidalgo que fue estudiada, y que el personal que labora en la empresa y pertenece a la generación millennials tiene una percepción y actitud más abierta y receptiva hacia la equidad de género. Un hallazgo importante relacionado con la participación y oportunidades económicas es que las mujeres fueron mayoría (67%) en cuanto a trabajar y estudiar, lo que muestra que en la actualidad las mujeres jóvenes muestran que, en la actualidad las mujeres jóvenes están más empoderadas para realizar ambas actividades. Lo anterior, está en consonancia con la percepción que se expresó por parte del personal en cuanto a que se consideran completamente libre, independiente y una persona trabajadora o productiva.”
Jazmín Licona Olmos logró persuadir a sus colegas para que el tema fuera abordado en sus investigaciones o se unieran con ella en la realización de textos donde las mujeres fueran el eje central de sus reflexiones como fue el caso con los doctores Jaime Garnica y Heriberto Niccolas. Fue responsable del proyecto: “Modelo sistémico transdisciplinar para reducir la desigualdad de género en las organizaciones.” Abrió mesas de trabajo y conferencias de manera constante, cada 8 de marzo el tema encontraba espacio en su instituto. En este 2024 moderó la mesa “Inclusión y roles de género de las mujeres y los hombres en la actualidad.
Recibí una grata sorpresa cuando me invitó a una exposición de pintura donde exhibía obras de ella. Fue así como en ese evento se presentó de la siguiente forma:
“Yo soy Jazmín Georgina Licona Olmos, nací en Pachuca de Soto, Hidalgo, desde la infancia tuve contacto con las diferentes artes a través de cursos de danza y teatro en diversos espacios como las escuelas de bellas artes, dónde se encuentran murales y presentaban exposiciones de pinturas, que apreciaba y disfrutaba, observado cuadros que parecían verte o algunos surrealistas que permiten expresar cosas que no vemos a simple vista, pero son y pueden existir, o nos hace volar la imaginación. Mi acercamiento formal a la pintura se dio cuando era estudiante de la licenciatura tuve la oportunidad de asistir a una exposición del maestro Jesús Becerril Martínez, pintor, muralista y torero hidalguense quien al comentarle mi inquietud por pintar, gustosamente me aceptó en su grupo donde nos compartía sus conocimientos y las bases para apreciar y expresarnos a través de la pintura; arte que me ha permitido participar en diversas exposiciones como la de «Ángeles en la ciudad’ la cual se realizó en vísperas del inicio de este milenio en el emblemático edificio La Garza, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, dónde también tomé clases de pintura. por ello es por lo que a lo largo de más de 20 años de incursionar en esta bella actividad de la pintura al óleo me ha permitido expresarme a través de cuadros de tipo realistas o surrealistas que espero que disfruten tanto como yo disfruté al realizarlos… Dejo parte de mi ser y sentir en cada obra…
La entrevisté algunas veces para el programa “Contacto Académico”, el 14 de marzo charlamos en torno al día internacional de la mujer, siempre solidaria, aceptaba de inmediato todas mis invitaciones. Tuvo la generosidad de presentar mi libro sobre las mujeres compositoras y asistía a todos los eventos que organizo en el sindicato.
No olvido el 15 de marzo que llegó a la charla de la escritora Beatriz Escalante, le encantó, compró unos libros y hasta se formó para solicitarle un autógrafo a la autora. Ese día nos despedimos como siempre, un beso, un fuerte abrazo, prometiendo hacer más cosas juntas, listas para compartir proyectos.
Jamás imaginé que sería la última vez que nos veríamos. El 10 de abril nuestro querido amigo Jaime Garnica me avisó que ella se había puesto muy mal y estaba hospitalizada. Al otro día, el mismo compañero me escribió: “Voy a entrar a despedirme de ella”. El milagro no llegó. Lloro al escribir su esquela, solamente puedo agregar que estará siempre en nuestro corazón. Los mensajes amorosos de sus amistades y familiares llenan el muro de su Facebook. Me atrevo a copiar el de Arlette Aguilar:
Hay noticias que te hielan el alma, que esperas no recibir, mensajes que no deberían ser leídos, y sin embargo aparecen y te frenan de lleno, llevo tres días dando vueltas de cómo expresar esto, aunque me despedí físicamente, no logro hacerlo real, Jazmín Licona, mi Jaz, por probabilidad tenías que quedarte más que yo, pero tu grandeza es tal que Dios te reclamó joven, quisiera llorarte a mares, reprochar por esto, pero ¿sabes? Nuestra amistad fue tan plena, que todo lo que pasamos nos llenó. Gracias por enseñarme aún en el último instante que en nuestros momentos más oscuros, permanecen los más felices. Te fuiste antes, me ganaste de nuevo, como siempre, pero cuando me toque alcanzarte, estoy segura de que como aquí, vas a mostrarme cómo avanzar. Agradezco a Dios coincidir contigo y encontrar a mi mejor amiga, y no te fuiste, mientras te quiera, existes en mí… Con amor hasta el cielo.
Jazmín Georgina Licona Olmos, estás en nuestro corazón. Hasta pronto…
