Ciudad de México, 12 de mayo (entresemana.mx). El Banco de México aumentó la tasa de interés en medio punto porcentual para dejarla en 7%, al reconocer mayores presiones para las inflaciones general y subyacente. La decisión fue tomada por mayoría donde uno de los cinco miembros, Irene Espinosa, votó a favor de un incremento de 75 puntos base.
Con esta decisión, el banco central hiló cuatro aumentos consecutivos de 50 puntos base; anotó una tercera alza de medio punto bajo el liderazgo de la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, y completó ocho incrementos subsecuentes del rédito desde junio de 2021.
En el comunicado de Banxico, advirtieron que “ante un panorama más complejo para la inflación y sus expectativas se considerará actuar con mayor contundencia para lograr el objetivo de inflación”.
En el mismo comunicado la Junta de Gobierno identificó cinco riesgos al alza para su pronóstico de inflación se incrementó y queda para el cierre de este año, en 7.1%, una expectativa terminal de año que está arriba del 6.4 % que tenía Banxico en marzo.
Para llegar a esta determinación se tuvieron en cuenta los riesgos derivados de la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados (acumuló 17 meses al alza en abril); presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; mayores presiones por el conflicto geopolítico en los precios agropecuarios (alcanzaron variación anual de 14.36% en abril) y energéticos (5.91 por ciento).
Completan el radar de riesgos para la inflación la depreciación cambiaria y presiones de costos no especificados.
Los miembros de la Junta del banco central también consideraron mayores retos ante el endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre, las mayores presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico y el resurgimiento de casos de Covid-19 en China y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación.
Con esta decisión, la tasa de fondeo interbancaria queda en niveles no vistos desde agosto de 2017, cuando la inflación enfrentaba la presión alcista generada por el retiro del estímulo a la gasolina, periodo que se conoció como “el gasolinazo”.
De acuerdo con la economista para México de BNP Paribás, Pamela Díaz Loubet, el lenguaje del comunicado y el citado forward guidance (guía de acciones futuras), es un giro en la estrategia de política monetaria queporner por delante a la inflación y anticipa una posición más restrictiva contra la inflación.
La Junta de Gobierno incrementó sus pronósticos de inflación para este año y dejaron sin cambio los esperados para 2023; prevén que para el segundo trimestre de 2022, la inflación se ubicará en 7.6% que es superior al 6.9% estimado en marzo.
Pandemia e inflación
La recuperación de la pandemia ha provocado un aumento de los precios al consumidor en México y en toda América Latina, lo que ha dado lugar a unos de los ciclos de ajuste más agresivos de las últimas décadas por parte de los bancos centrales de Brasil, Chile y Perú, que operan con metas de inflación.
A favor de México, Banxico mantuvo su tasa clave mucho más alta que sus pares regionales durante la pandemia, por lo que tiene una ventaja inicial en la reducción del estímulo y margen al ajustarse al ritmo de los aumentos de tasas de la Fed.
La inflación anual alcanzó el 7.68 por ciento en abril y se ha mantenido por encima de la meta del 3 por ciento, más o menos un punto porcentual desde junio de 2020. La invasión de Rusia a Ucrania a fines de febrero provocó alzas en los precios de los alimentos, mientras que los subsidios del Gobierno han limitado los precios del gas y la gasolina que, de otro modo, habrían aumentado drásticamente, como ha ocurrido en otras economías.