Ciudad de México, 15 de mayo (entresemana.mx). Durante la conmemoración del Día del Maestro, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció mejoras económicas y sociales para el magisterio, se pronunció en favor de la reconciliación entre SNTE y CNTE, pero omitió referirse al carácter laico de la educación pública.
Después de entregar las medallas Ignacio Manuel Altamirano y Rafael Ramírez, por 40 y 30 años de servicio a docentes, el primer mandatario hizo un reconocimiento a estos dos grandes mentores, lo mismo que a José Vasconcelos y Jaime torres Bodet, ex titulares de la Secretaría de Educación Pública, pero también aludió a las luchas de los profesores Lucio Cabañas y Othón Salazar.
Agradeció el acompañamiento del dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda, lo mismo que a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), de quien dijo que es una organización magisterial caracterizada por la defensa de la educación pública y de la democracia.
Anotó que la transformación en materia educativa continuará sobre cuatro ejes: primero, mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de maestras y maestros, las cuales detallará este lunes el secretario de Hacienda.
Sin embargo, la titular de la SEP, Delfina Gómez, adelantó que se otorgará un incremento salarial de 7.5 por ciento, a fin de que el ingreso mínimo de un maestro, en todo el país, sea de 14 mil pesos.
López Obrador también mencionó que se harán modificaciones al sistema de pensiones del magisterio, a fin de que no quede rezagado respecto de las que se otorgan a los pensionados del Seguro Social.
Respecto a la calidad de la enseñanza, el titular del ejecutivo señaló que se va a continuar mejorando, a través de los cambios de todos los contenidos educativos, para que correspondan a los nuevos tiempos. “No queremos ya estar en ese período llamado neoliberal, neoporfirista”. subrayó.
Ahora queremos una formación orientada al humanismo; que primero nos formemos como buenos seres humanos, como buenos ciudadanos, y luego, ya científicos, eminencias. No queremos inventores de bombas atómicas; queremos creadores de fraternidad; queremos que los maestros enseñen a los alumnos el amor al prójimo.
La educación no es de ninguna manera, un privilegio- puntualizó López Obrador-; es un derecho que se tiene que garantizar, sin importar la condición económico-social de los padres.
Dijo no oponerse a la educación privada pero, recalcó, “el Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares”. Por eso vamos a seguir impulsando la educación con nuevos contenidos educativos.
Como tercer elemento de su estrategia, mencionó que su gobierno va a cumplir con el ideal de que cada escuela tenga su presupuesto. Cada sociedad de madres, de padres de familia va a contar con su presupuesto para el arreglo, el mantenimiento de las instalaciones educativas.
Y finalmente, anunció que se continuará ensanchando el programa de becas a estudiantes de escasos recursos económicos, desde preescolar hasta doctorado que, a la fecha, ya se otorgan a 11 millones de educandos. Y se comprometió a siempre defender la educación pública.
Reiteró su agradecimiento al SNTE por el apoyo brindado en el propósito de transformar al país, lo mismo que a los dirigentes de la CNTE, “porque hemos llegado a acuerdos” y por su lucha cuando se quería privatizar la educación.
Fue en ese momento cuando López Obrador convocó a la unidad en el gremio magisterial. “Tenemos que buscar, la reconciliación, la unidad y el mejor método, para unirnos”, al tiempo que los exhortó a que sus procesos electorales se hagan conforme al método democrático, de voto libre y secreto.
En la ceremonia, flanquearon al presidente la titular de Educación Pública, Delfina Gómez, y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. También estuvieron presentes, dirigentes de las dos agrupaciones magisteriales.