>> Hasta hoy va arriba Morena, pese al fenómeno mediático de Xóchitl
>> La “ex militante del troskismo mexicano” aún no prende en la mayoría
FRANCISCO GÓMEZ MAZA
Lo que buscan los opositores con su guerra de odio contra el presidente López Obrador es venganza ante la humillación que sufrieron en el 2018, cuando no pudieron hacer nada en contra de lo que fue evidente: el triunfo arrollador de Morena por poco más de 30 millones de sufragios, pese a que el triunfador era “un peligro para México”, como lo calificaban sus detractores del PAN. Y ahora, hacen hasta lo imposible por volver por sus fueros, a rescatar el poder presidencial que les dejó multimillonarios dividendos durante la era del capitalismo salvaje, que ellos procrearon y utilizaron para saquear al Erario y depauperar a los trabajadores. Los “expertos” del Fondo Monetario Internacional ordenaban eliminar los gastos superfluos para equilibrar la economía y lo primero que hacían los economicistas del gobierno mexicano era mermar los salarios de los trabajadores.
Hasta el momento (julio 10 de 2023), sin embargo, las encuestas (Poll Mx) le dan el triunfo al partido Morena, pese a la intensidad de la propaganda y publicidad del frente opositor, y de la prensa corporativa impresa y electrónica, a favor de Xóchitl Gálvez, la señora de las botargas, “exmilitante” del troskismo mexicano, quien realmente salió de la nada, para sentarse en un gris escaño senatorial obtenido no por votos ciudadanos, sino por lo que se denomina “representación proporcional”. Los aspirantes morenistas –Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón y Adán Augusto López Hernández- se imponen, de acuerdo con la encuesta, a la ex “troskista” y a los pripanistas Santiago Creel Miranda y Enrique de la Madrid Cordero, sin ningún margen de ganancia, si la jornada electoral se celebrara el día de hoy en todo el territorio nacional.
El ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, gana ambos careos, uno contra Enrique de la Madrid con 53.6% a su favor y 11.7 de ventaja sobre el priista; y el segundo contra Xóchitl Gálvez con 49.7%, equivalente a 3.5 puntos de ventaja. La coalición ‘Juntos Haremos Historia’, conformada por Morena-PT-PVEM, se perfila así, de acuerdo con Laencuesta.mx como la favorita con 47.9% de las preferencias sobre la de ‘Va por México’ con 41.3%.
Sin embargo, es muy temprano, falta un año para la elección presidencial de 2024, y todo puede ocurrir, dependiendo de lo que hagan los partidos políticos y las coaliciones con el electorado. Obviamente que la oposición, si es que sale elegida candidata Xóchitl Gálvez, tendrá que sudar para alcanzar a Morena, que en el 2018 obtuvo poco más de 30 millones de sufragios, y ahora goza de las ventajas que da una cauda impresionante de morenistas y simpatizantes, cuyo voto está comprometido para la coalición Juntos haremos historia, que encabeza y lidera el presidente Andrés Manuel López Obrador, que en realidad es el objetivo central del odio y el rencor de los opositores.
Hace cinco años, después del triunfo electoral del tabasqueño dijimos en este espacio que había ganado el tabasqueño, pero que sus opositores no lo dejarían gobernar, cosa que han intentado en estos cinco años, pero no han logrado porque el presidente es, como se dice en lenguaje popular, una “chucha cuerera” en los manejos de la política y el estilo personal de gobernar. A pesar de todo, a pesar de amparos, solicitados por sus más energúmenos adversarios, por ejemplo, hablando de obras monumentales, él ha salido adelante y la mayoría de las clases obrera, campesina y popular le han dado el segundo lugar en el mundo como el gobernante más popular.
Esta situación indudablemente que se impondrá sobre la propaganda anti lopezobradorista, lanzada por el PAN y las cúpulas empresariales corporativas, apoyadas por la prensa defensora del estado de cosas, impuesto por la nacopropaganda. Por eso es que la oposición tiene que recurrir al odio que los grandes empresarios, los periódicos escritos y electrónicos sostienen en contra del movimiento de regeneración nacional de López Obrador, concretado en el partido Morena. Los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial de ese partido tendrán que redoblar esfuerzos para sacar de las encuestas intrapartidarias al mejor candidato o candidata que se imponga a la oposición como lo marcan las encuestas, a un año de distancia del día de la gran encuesta, el día de las elecciones. Los mexicanos observadores y analistas veremos, pues, de qué cuero salen más correas.