>> Sin duda estas elecciones son inéditas en la historia del país, hay muchos y muchos en juego, esperemos que la democracia se fortalezca
ÁNGEL ÁLVARO PEÑA
Cuando el coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, dijo que su partido analizaría la posibilidad de unirse a la candidatura de Xóchitl Gálvez, Marko Cortés, líder nacional del PAN, echó las campanas a vuelo.
Ese mismo día Dante Delgado tuvo que salir a desinflar el entusiasmo del panista al decir que con el PRI ni a la esquina, que es una consigna propia de su partido, y que no se uniría a ese Titanic que es el Frente Amplio opositor porque se va a hundir como el barco británico hundido en 1912.
Las elecciones para la Presidencia de la República cuentan con tres opciones, el autodenominado Frente Amplio, conformado por el PRI, PAN y PRD, Morena con el PT y Partido Verde, y Movimiento Ciudadano, que camina solo en las elecciones desde hace varios años.
Desde meses atrás los líderes de los tres partidos que conforman el Frente Amplio han solicitado, de todas las formas a Dante Delgado, unirse. Luego, al filtrarse la designación de Xóchitl Gálvez a la prensa, se les volvió a convocar, con los mismos resultados. Si bien Castañeda se fue de la lengua, hubo algo que detuvo el intento de unidad de la oposición y siguió MC su camino solo hacia las elecciones de 2024.
Dentro de este partido Luis Donaldo Colosio Riojas dijo que se bajaba de la contienda, lo mismo dijo el gobernador emecista de Jalisco, Enrique Alfaro, dejando solo como posible candidato a Samuel García, quien meses atrás había señalado que prefería terminar con su mandato como gobernador antes de pensar en otros cargos. Es decir, pareciera que Dante Delgado espera a alguien para ofrecerle su partido como plataforma de despegue para una campaña en busca de la Presidencia de la República.
Si bien Dante no busca ganar, pero sí desgastar a una de las partes y fortalecer a la otra. Tiene las posibilidades de hacerlo, incluso de negociar en el Poder Legislativo las iniciativas de ley con grandes canonjías políticas para él y partido, y hasta llegar a concretar al tan nombrado gobierno de coalición.
La aparición de Xóchitl Gálvez como candidata no oficial por el Frente Amplio, obliga a Morena, desde ahora, a encaminarse por la candidatura de Claudia Sheinbaum, para que la pugna sea entre dos mujeres. La vacante se ubica en Movimiento Ciudadano a donde podría refugiarse buena parte de los priistas que se fueron en desbandada hace unos días, encabezados por Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu.
Ésta última puede ser la candidata que espera Dante Delgado en su partido para que la contienda sea sólo entre mujeres. Y dependerá de las alianzas que concrete MC con Morena, la dirección del desgaste que se impulse desde ese partido, posiblemente contra una derecha que desde el principio se muestra con una trinchera de mentiras para cubrir la vulnerabilidad de su candidata que finalmente terminará por rebasar a los partidos que la postulan.
Tampoco se descarta que el espacio que guarda sigilosamente MC sea para Marcelo Ebrard, quien, desde el principio de la contienda interna de su partido, mostró diferencias, hizo sugerencias, pidió cambios, no estuvo conforme con el método y exigió piso parejo, como si se tratara de una consigna de campaña. Siempre se ha mostrado como alguien con un pie en otro partido y se cotiza como en una subasta para que lo adopten.
Dante Delgado espera algo, pero más bien espera a alguien que no viene de las filas de su partido, tiene un proyecto que anda tiene que ver con la división de su organización y se perciben acuerdos en lo oscurito con el partido en el poder. Porque el rechazo contundente del dueño de la franquicia anaranjada hacia los partidos que integran el Frente Amplio, no permite posibilidad des de acuerdo ni siquiera de diálogo.
La resistencia a la alianza de parte de MC no puede continuar sin poner en riesgo su registro, de tal suerte que debe contar con apoyo externo al darse cuenta que la convocatoria para fortalecer las filas de militantes, llegó a un tope que ni puede avanzar más. No hay entusiasmo en la población por ser emecitas con credencial, sólo simpatizantes, con un bastión importante en el occidente del país. Es hora de una sociedad y hay muchos desamparados y habrá más.
Hay quienes aseguran que en Movimiento Ciudadano hay una división irreconciliable, quien dice eso desconoce la personalidad de Dante Delgado y la vertical estructura de ese partido. La palabra de líder moral del partido es la ley y todos los que se cobijan bajo su sombra deben obedecer. La unidad o división es decisión del dueño del partido, quien no se cuece al primer hervor. Lo cierto es que saben que es tiempo de crear alianzas, aunque sea a través de tratos en lo oscurito.
La experiencia de Dante se muestra en la paciencia de la espera, pero también en la resistencia de mantener su partido sin alianzas electorales. Conocedor de la política mexicana observa cómo surgen, se juntan se separan se dividen, se reúnen mientras camina solo y se mantiene vivo. Situación que debe servir de reflexión para los tres partidos que conforman el Frente Amplio que nunca sabrán si estuvieran mejor si no se hubieran aliado en un frente electoral.
Sólo Dante delgado sabe a quién espera. Una vez completado este acuerdo la transformación de su partido se transformará y será para combatir a ambas fuerzas electorales, es decir a Morena y al Frente Amplio, o a una de ellas, definiendo su postura, su ideología y su lugar en la historia. Importante observar una lección de política que se avecina.