Al punto de ruptura relaciones Perú-México, quedan al nivel de encargados de negocios

>> La presidenta Dina Boluarte reacciona a insultos e intervencionismo de López Obrador, quien la llamó “espuria”, y retira al embajador de Perú en México

>> Andrés Manuel reitera defensa del depuesto mandatario peruano Pedro Castillo y recibe a su esposa Lilia Paredes, a quien otorgó asilo en México junto con su familia

Ciudad de México, 24 de febrero (entresemana.mx). El intervencionismo de Andrés Manuel López Obrador en asuntos domésticos de Perú y el extremo de insultar a su presidenta Dina Boluarte, llamándola “espuria”, amén de reiterar su apoyo al depuesto mandatario Pedro Castillo, a cuya esposa, Lilia Paredes, recibió en Palacio Nacional tuvo consecuencias diplomáticas: la virtual ruptura de relaciones del gobierno peruano con el de México.

Así, Dina Boluarte, anunció la decisión de retirar al embajador peruano en México, Manuel Gerardo Talavera Espinar, en respuesta a las declaraciones de López Obrador, acusándolo de «injerencia en asuntos internos» del país andino y haber «decidido apoyar el golpe de Estado» del del entonces presidente Pedro Castillo.

La presidenta de Perú envió el mensaje que se esperaba después de que López Obrador tensó las relaciones cuando dio asilo a la familia de Castillo e incluso dejó abierta la disposición de otorgárselo cuando salga de prisión. A saber:

«He dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y, de esta manera, las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargados de negocios».

En el acto, flanqueada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, y de la canciller Ana Gervasi, la presidenta Boluarte manifestó su enérgico rechazo a las declaraciones de López Obrador «sobre asuntos internos de Perú e inaceptables cuestionamientos que reiteradamente ha hecho respecto del origen constitucional y democrático de su Gobierno; la llama espuria.

Y puntualizó:

«El señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado que diera el ahora expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022, el mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú y la decisión del Congreso de la República de vacarlo en el cargo con el voto de 101 de sus 130 parlamentarios».

Además, refirió que López Obrador «ha decidido afectar gravemente las relaciones de respeto mutuo, amistad, cooperación y voluntad de integración que históricamente ha unido al Perú y México (…) al privilegiar afinidades ideológicas en menoscabo de importantes procesos de integración», que, consideró, benefician a ambos pueblos, como la Alianza del Pacífico, cuya presidencia Pro témpore se niega López Obrador a entregársela como procede por reglamento de la organización.

«Con sus declaraciones, el señor López viola el principio sobre el derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos, así como los referidos a la defensa y promoción de la democracia», sustanció Boluarte.

Horas antes del anuncio de la presidenta Boluarte, en la mañanera López Obrador reiteró su apoyo y solidaridad con Lilia Paredes, con quien se reunió, en Palacio Nacional, en la víspera.

«México va a seguir apoyando al presidente (Castillo) injusta e ilegalmente destituido y va a seguir demandando que se le libere. No puede estar en la cárcel, es una gran injusticia», declaró y reiteró el calificativo de «presidenta espuria» con el que se ha referido a Boluarte, amén de condenar la muerte de, considera, cerca de 60 personas, en las protestas contra Boluarte.

«He visto encuestas en donde la presidenta espuria tiene el 15 % de aceptación, el 85 % la desaprueba. Pero todavía tiene menos aprobación el Congreso, los diputados. Tienen el 90 % del rechazo, 90%, y aun así ellos mandan con las bayonetas, con la represión, con la fuerza», aseguró López Obrador.

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