TERESA GIL
Las críticas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en torno a la prensa en México, carecen de plena verdad. Y no vemos que algunos medios interesados en enviar a niveles externos las diferencias que tienen con el gobierno actual en lugar de golpear a México, den a conocer lo que estremece al mundo: la muerte de centenares de periodistas en guerras subsidiadas por Estados Unidos. En nuestro país como en todos los países del mundo hay problemas en los medios de comunicación y han sido asesinados periodistas. Algunos en nuestro caso, vinculados a problemas que dejaron anteriores gobiernos en algunas zonas. Y hay diferencias con medios empresariales y grupos de periodistas que recibían dádivas de esos gobiernos y han sido alcanzados por la lucha contra la corrupción de este gobierno. Las muertes son lamentables y varios casos se han resuelto. Es algo que la CIDH no dice,
LS CIDH LANZA UNA SERIE DE MENTIRAS SIN DAR LA FUENTE
El organismo es poco medido y abusa del lenguaje. Habla de “la persistencia de una violación letal”. Se refiere a amenazas, secuestros, agresiones físicas y verbales, actos de intimidación y señalamientos estigmatizantes de parte de las altas autoridades. O sea, la CIDH señala en sus mentiras, directamente, a la presidencia de la república. Pero no menciona las agresiones mediáticas de ricos periodistas, ni las fake news que le lanzan desde sus medios. Pone a México (y lo dice una periodista que ha estado al frente de organizaciones de defensa de periodistas) y lo presenta como si fuera un infierno. La CIDH, igual que algunos organismos de periodistas extranjeros que solo quieren penetrar a los países con la intención de sacar información, debería de ser más consciente, investigar lo que dice y sostiene, porque la OEA es nuestra empleada, que nosotros pagamos y no puede dedicarse a golpear y a agredir como lo está haciendo.
HAY VENGANZA DE LA OEA POR EL APOYO DE MÉXICO A LA CELAC
La forma como describe la CIDH la información en torno al Día de la Libertad de Prensa creado por la ONU, a grados exorbitantes, son falsos y debe de ser expuesto como un organismo ligado a través de la OEA a Estados Unidos. La OEA y sus organismos como la CIDH, no están muy contentos con el actual sexenio mexicano, por el apoyo que este gobierno ha tenido al desarrollo de la CELAC y lo canaliza en un problema delicado y doloroso, para tratar de golpear a México, la muerte de periodistas. Cada vez que puede lo saca a relucir, pero nunca hemos leído ninguna defensa de parte de organismos externos sobre la permanente agresión del Poder Judicial al pueblo de México al dejar libres a presuntos delincuentes que quizá podrían afectar al entorno mediático. Las mentiras expuestas en libros, las expresadas en campañas opositoras, pueden ser caldo de cultivo para generar un entorno tenso que, con sus propias mentiras, la CIDH lejos de ayudar, está empujando a que se profundice.