¡“No me vengan conque la ley es la ley”!
GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS
Sacrificio de animales en el Senado de la república y culto a la “Santa Muerte” en Palacio Nacional parecieran ser ataques de los adversarios del presidente López Obrador; sin embargo, son realidades que han distraído la atención de los mexicanos (y también fuera del país) de los temas y decisiones importantes que fijaran el rumbo de México.
Posiblemente, no influirán en definitiva en el proceso electoral del 2024 pero, sí, posiblemente en el ánimo del votante al desviarse su atención hacia temas inadmisibles, pero con toda la intención de captar su interés y curiosidad para atraparlos en sus desiciones al votar este 2 de junio.
Desde hace más de 5 años, el Senado de la República se ha convertido en una vergüenza, en un desastre. Para colmo, al parecer, por la “ignorancia” de Ricardo Monreal y la “ingenuidad” de Ana Lilia Rivera, se dejo que un senador militante de Morena, de origen oaxaqueño, infringiera la ley ¡adentro del recinto legislativo!
El dizque representante del pueblo, Adolfo Gómez Hernández, organizó y encabezó el sacrificio de un ave doméstica en el edificio de la sede del Senado, y quien justifico su acción bajo el amparo de Usos y Costumbre de un grupo o comunidad indígena de la que manifestó su autoadscripción.
Sin embargo, la torpeza, ignorancia (o complacencia) no solo es de Adolfo Gómez sino también de Ana Lilia Rivera como presidenta de la Mesa Directiva y de magnánimo Ricardo Monreal como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Todos, ¿por ignorancia o fanatismo? se pasaron por alto La ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México que, en su artículo 25, prohíbe el uso de animales para celebrar ritos o tradiciones en las que se afecte su bienestar.
También, se supone que hay un reglamento en el Senado… pero, todo indica que se aplicó la frase contumaz del inquilino de Palacio: “No me vengan conque la ley es la ley”. Cabe señalar que los usos y costumbres solo se aplican para zonas demográficas, endémicas y regionales, propias de sus comunidades.
O sea que, se cometió un delito en el Senado al dejar realizar un sacrificio de un ave que no fue para consumo humano y, con los permisos de las instituciones encargas de estos temas; además, bajo las normativas vigentes; por lo tanto, se constituyó un maltrato animal, un quebrantamiento.
La presidenta del senado no puede deslindarse “olímpicamente” de este acto violento, bochornoso e ilegal porque se hizo dentro del recinto legislativo. Se supone, un lugar emblemático donde las leyes nacen y se respetan…pero… hoy, los morenistas lo han convertido en un camaranchón y en la burla nacional e internacional.
No debe caber duda, hay responsables directos e indirectos y deben ser castigados. El senado es un lugar de trabajo y, se supone, los senadores son representantes del pueblo; entonces, ¿cómo que no pasa nada…?
Es vergonzoso cómo los senadores de Morena han hecho de las instituciones una mofa… ¡Cero impunidad, nada de medidas disciplinarias, nada de deslindarse, debe haber castigo bajo la ley de protección animal…! ¡“La ley es la ley”! Claman ciudadanos en redes sociales.
Es una lástima que en este gobierno siga la impunidad con charlatanería, politiquería y corrupción. Un Circo, corriente, vulgar y sin clase… El senador de Oaxaca debe ser sancionado con todo el rigor de la ley; mientras tanto, debe ser destituido de su cargo. ¡Es una vergüenza!
Dice mi abuelita: ¡La santería, entiéndase bien, no comulga con la sociedad mexicana…!