VERÓNICA VALDÉS
Paulatinamente, desde su primera edición, en noviembre de 2011, el Buen Fin ha incrementado su relevancia entre la población. Durante cuatro días (hoy es el último del 2023) comercios físicos y digitales ofrecen descuentos y pagos diferidos en la adquisición de ciertos productos.
Ciertamente este evento comercial, en el que participan la iniciativa privada, la banca y el gobierno federal, es una copia (mal hecha) del viernes negro de Estados Unidos, que tiene la intención de reactivar la economía del país.
En el Buen Fin existen ofertas y oportunidades para que los consumidores adquieran productos a bajos precios, hay comerciantes legales con oferta verdaderas, pero también hay otros que representan la otra cara de la moneda: los tramposos.
Una de las dudas que desde hace doce años se planteó y que sigue sin tener respuesta es si verdaderamente durante el Gran Fin los comerciantes disminuyen sus precios.
En este sentido hay opiniones encontradas. Hay quienes dicen haber visto que en ciertas tiendas antes del Buen Fin, se re etiquetaron algunos productos con precios más altos, para después durante el evento regresarlos a su precio de antaño.
Hasta ahora ninguna autoridad gubernamental o empresarial ha dado alguna información al respecto, lo que aumenta la incredulidad de la gente al ser una verdad a medias.
FRAUDES VIRTUALES
El consumidor no sólo es víctima de los malos comerciantes, también los estafadores y delincuentes. Hace días el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia en la CDMX hizo una serie de recomendaciones sobre cómo realizar las compras para evitar caer en estafas virtuales mismas que se incrementaron comenzaron al iniciar el Buen Fin.
De acuerdo con la dependencia gubernamental las llamadas telefónicas para ofrecer de servicios y las trampas en internet se han incrementado en los últimos días.
Lo mismo que la presencia de montadeudas que aprovechando la euforia de la gente por comprar un producto les ofrecen tarjetas de crédito con intereses mayores al 200 por ciento.
En internet, los delincuentes han hecho uso de la inteligencia artificial para convencer a la gente de proporcionar información de su cuenta bancaria, robarles su identidad o extorsionarlos, acciones que han aumentado en los últimos días.
La inseguridad de comprar en internet es tal que una de cada tres transacciones es fraudulenta. Salvador Guerreo Chiprés, presidente de la dependencia capitalina reconoció, en entrevista con Radio Fórmula, que la delincuencia cibernética ha rebasado al gobierno.