ÁNGEL ÁLVARO PEÑA. Ante las impulsivas expresiones de descontento de Donald Trump y sus conspiraciones al asaltar el Capitolio, como con ganas de desbaratar las leyes del país que lo hizo millonario y hasta lo convirtió en Presidente, surge una posición centrada, inteligente de Joe Biden que en sí misma anuncia una campaña exitosa. Designó como su jefa de campaña a la nieta de César Chávez, líder sindical y activista de derechos civiles de origen mexicano.
César fue un símbolo para los indocumentados latinos, nacido en Arizona en 1927, de padres mexicanos, Chávez fue un trabajador agrícola migrante mexicano-americano desde los 10 años. Su lucha fue tan importante que se declaró el 31 de marzo el Día de César Chávez en Estados Unidos, conmemoración que hizo oficial el presidente Barak Obama.
Julie Chávez Rodríguez es asesora presidencial y directora de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca. Originaria de California, trabaja con gobernadores, alcaldes y funcionarios de todo el país «para movilizar su apoyo en las prioridades críticas» de Biden y de su vicepresidenta Kamala Harris, además de liderar la coordinación en la respuesta a emergencias.
La latina con el puesto de más alto rango de la Casa Blanca lleva años desempeñando cargos en administraciones demócratas.
Este martes, justo cuatro años después de que anunciara su candidatura de 2020, Biden se postuló a la reelección en un video titulado «Libertad».
En él asegura que hay que seguir librando la «batalla por el alma de la nación» frente a los extremistas MAGA, acrónimo del lema del expresidente republicano Donald Trump «Make America Great Again» («Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo»).
El presidente, quien de ser reelegido terminaría su mandato con 86 años, asegura que los republicanos quieren quitar derechos a los estadunidenses y dividir el país.
La estrategia de Biden es muy clara: atraer el voto de los latinos, incluso del resto de los estadounidenses de origen indocumentado, con una figura emblemática de la lucha por la libertad y los derechos de los más vulnerables. La designación de Julie Chávez crea, desde ahora expectativas de una campaña que no dejara pasar tan fácilmente el racista de Trump, por lo que seguramente radicalizará sus posturas y llevara a su ejército de dementes a pelear contra los miembros de la campaña de Biden.
Sin embargo, Trump es predecible, con posturas muy simples y tan pragmático como protagónico que tiene como única consigna el arrebatar el poder para gozar de privilegios. Identificado con la derecha Donald Trump, tendrá que atraer simpatías de los latinos, principalmente de los mexicanos ante esta estratégica designación. O bien se irá al extremo y tratará de pelear como buen supremacista blanco, contra todo lo que pueda oler a migrante.
Su viejo proyecto del muro será el aviso del estilo de su campaña, si lo anuncia como una obra que debe seguir, habrá enfrentamiento; si asegura que lo dejará a medio construir querrá decir que quiere atraer el voto de los latinos que pueden arrojar al ganador en los comicios.
En el vecino país del norte hay 60 millones de latinos, casi todos seguidores de la figura histórica de César Chávez, quien seguramente aparecerá mencionado en más de una ocasión por el Presidente Biden.
Sin duda una estrategia que puede vencer.
PEGA Y CORRE.- El ex gobernador de Michoacán que quería ser candidato a la Presidencia de la República, ahora ve frustrada su carrera al ratificarse el fallo no poder ejercer cargo público por once meses… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.