Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 09 de abril (entresemana.mx). Murió Andrés García el pasado 4 de abril (1941-2023).
Su mayor cualidad fue ser guapo, irresistiblemente guapo, para las mujeres de una época que admiraban en él a un símbolo sexual, sumadas características propias de ese tiempo y que en la actualidad tienden a desdibujarse. Fue mujeriego, homofóbico, agresivo, irascible, caprichoso, bravucón, le entró al alcohol y a las drogas dicen, ególatra, padre lejano.
Andrés a sus 81 años, padeció una cirrosis hepática que poco a poco le fue arrancando la vida. Tiempo antes tuvo cáncer de próstata, salió victorioso a pesar de que lo dejó impotente, pero luego lo solucionó.
Quizá no fue un actor fuera de serie, pero supo sacar provecho de su apariencia física, hacerse millonario gracias a su apostura y cotizarse en el espectáculo como uno de los galanes más solicitados para trabajar. Amigo de otro galán entrañable Jorge Rivero; solo que Jorge, es un caballero y Andrés era muy pagado de sí mismo y seguro pensaba que este mundo no lo merecía.
Entre sus distinguidos amigos estaban Rodolfo de Anda (+), Luis Miguel, Jorge Luke (+), Humberto Elizondo, Luis Rey (+), Roberto Palazuelos y Arturo El Negro Durazo (+) que pasaba temporadas en Paraíso, su casa de Acapulco.
Es innegable que fue uno de los galanes más exitosos de la industria. Su rostro era muy atractivo, era dueño de un tórax atlético, aunque sus extremidades inferiores eran muy delgadas; pero él conocía bien sus puntos fuertes.
En cámara representó el sueño húmedo de muchas y… muchos.
Su nombre era garantía de taquilla por eso hacía lo que quería. Abarrotó cines, teatros, acaparó rating en televisión, vendió miles de fotonovelas que hoy son solo un recuerdo. No solo fue actor, también empresario, productor, director, escritor, luchador; sí, de hecho, hizo pareja con Santo, El Enmascarado de Plata.
Noviero, enamorado, conquistador. Representó el estereotipo del hombre de una época, que hoy se rechaza abiertamente.
Nacido en República Dominicana, México lo adoptó y el presidente Carlos Salinas de Gortari lo naturalizó mexicano. Nuestro país fue su trampolín hacia el éxito.
Trabajó en Las Brisas, empezó de bell boy. Alguna vez reporteando en la playa de Caleta en el Puerto de Acapulco, Guerrero, México, un mesero de nombre
Modesto me platicó que conoció a García cuando fue lanchero, y que las gringas se peleaban por él y le pagaban por tener sexo: “Una, recordó en aquella entrevista, me platicó que le daba baños con esponja para no lastimar su piel. Ese era el mundo de Andrés García, en el que las mujeres se desvivían por él. Así fue siempre.
Por eso su agonía fue terrible, acostumbrado a ser el centro de atención, ir y venir, dar órdenes, se vio confinado a su habitación y al cuidado de Margarita su última esposa. Doloroso que no pudo reconciliarse con sus hijos: Andrés, Leonardo y Andrea. Andrés se arrepentía de haber trabajado tanto y no haber convivido más con sus hijos. Se quejaba de que nunca pasaban temporadas con él en Acapulco.
Andrés se casó cuatro veces.
Su primera esposa fue Sandra Valle, su matrimonio fue en 1967. Estuvieron juntos seis años y con ella procreó a sus dos hijos: Andrés y Leonardo.
La segunda fue la modelo, actriz y conductor María Fernanda Ampudia en 1974. Con ella se convirtió en padre de su hija Andrea. García tuvo otra hija Arena, de la que se sabe poco.
A la tercera boda tuve el privilegio de asistir en 1986 con la sobrina de Pedro Infante, la actriz Sonia Infante. Pocos creían que Andrés se casaría, pero lo hizo. En la ceremonia que tuvo lugar en el penthouse de Sonia, los dos se veían felices.
Fue una relación tormentosa, pasional. Andrés se mudó a vivir con Sonia, así que él estaba en el terreno de su amada y ella tenía el control. Mientras la pasión reinó se sobrellevaron, pero luego estas dos personalidades tan fuertes se instalaron en el infierno hasta que se divorciaron en 1992. Creo que ninguno guardó un buen recuerdo del otro.
Su último matrimonio fue con Margarita Portillo. La conoció en una misa de San Judas Tadeo en Acapulco y aunque Margarita se hizo del rogar, la conquistó. Se casaron en 2011, en una boda sorpresa para ella.
En 2020, Andrés declaró que estaban separados y que incluso pensaban divorciarse. Entonces, empezaron los problemas de salud del actor y fue su esposa junto con el hijo de ella Andrés, quienes se hicieron cargo de su cuidado y atención a los medios.
Andrés fue un triunfador y se ufanaba de ello. Alguna vez confesó: “Estuve con más de 800 mujeres. Como a los 16 años empecé a contar con cuántas mujeres me había acostado y seguí contando hasta los 26, cuando iba por 800, paré de contar. De ahí hasta los 80 que voy a cumplir ya pronto, imagínese cuántas, no quiero ni saberlo pero no me arrepiento de ninguna relación sexual con ninguna mujer“.
Ahora me explico porque tuvo que implantarse en tres ocasiones la tan platicada bombita en el pene. La primera a sus 50 años. El uso y abuso.
Entre los nombres más conocidos de sus amantes recordamos a Lyn May, Irma Serrano La Tigresa (quien decía que él a veces podía y a veces no), Carmen Campuzano, Isela Vega y Anel antes de que José José llegara a su vida. Se negó a irse a la cama con Farrah Fawcet Majors porque su marido, Lee Majors (El hombre biónico) le caía bien.
Como dijo la hermana de Andrés en su funeral: “Vivió como quiso e hizo lo que quiso siempre. Pocos son tan afortunados que al final de su existencia puedan decir eso”.
Descansa en paz: inolvidable Chanoc, impertérrito Pedro Navaja. Pocos, tan apuestos como tú.
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