JAVIER ESQUIVEL DÍAZ. La candidata del PRI, Alejandra del Moral y su equipo de campaña han lanzado el reto organizar al menos 5 debates electorales en los que se expongan las plataformas y propuestas electorales de manera cordial y sin confortaciones
Sin embargo, más que ofrecer información útil y nutrir el criterio de los millones de posibles electores de forma amistosa, se asume como evidente que la aspirante tricolor busca capitalizar sus fortalezas en los campos de imagen política, presencia mediática y de mayor capacidad en campo del manejo del discurso.
Con el exhorto, también los estrategas de Del Moral, intentan proponer, incidir y dominar los temas de mayor rentabilidad mediática de la campaña ya que son conscientes que entrar en el terreno de las descalificaciones entre partidos y candidatas son altamente contraproducentes para las dos únicas contendientes.
Entrar al terrero de la confrontación directa a pesar de tener elementos de ataque, sería un serio error, lo saben y lo tienen medido a través de encuestas y grupos focales, por lo que ganar la agenda mediática de la elección con temas novedosos, proactivos y llamativos es para ellos una primera solución.
Por su parte, la autoridad electoral no se ha pronunciado sobre la viabilidad de realizar más debates de los que por ley están obligados a organizar. La normatividad estatal indica que en caso de haber consenso entre los partidos participantes sí se podrían organizar más de dos evento televisados o digitalizados.
No obstante, los tiempos de campaña hacen poco probable que esto ocurra, no solo por cuestiones presupuestales de la autoridad electoral, si no también por la complicación de organización que implica la realización de cada uno de los encuentros para lograr el alcance y penetración social que amerite motivar y alentar la participación electoral.
Ante estos escenarios, se podría también inferir que la propuesta de ofrecer 5 debates a las y los mexiquenses es más una táctica del equipo de Del Moral para adueñarse de los términos de la elección y de la agenda de la campaña que un deseo por debatir con argumentos.
Hasta el momento no ha habido respuesta de la candidata de Morena. Ella y su equipo han sido cautos y no aventurados para dar una respuesta rápida.
Los punteros en las encuestas han preferido dosificar contendidos y mantener un bajo perfil y resonancia mediática más que engancharse con el tema sugerido.
Sin embargo, lo que no han calculado en toda su dimensión es el hecho que la ex senadora podría usar un as bajo la manga de alta rentabilidad para sumar o quitar votos en un momento clave de la campaña o en uno de los debates.
Recordemos que la imagen del PRI a nivel local y nacional tiene niveles de opinión históricamente bajos. Es el partido con peor imagen.
Esta pesada carga podría ser el punto débil en los debates que propone Alejandra del Moral y con una narrativa bien utilizada podría ser el talón de Aquiles de los priistas durante los debates.
El ofrecimiento de iniciar auditorias exhaustivas acompañadas de persecuciones legales y de sanciones penales a funcionarios del gobierno estatal -de ganar la campaña- es tan redituable como la misma exigencia de aplicación expedita de sanciones a los exgobernadores.
Una narrativa anticorrupción documentada y sustentada como parte de una amplia caja de bombas mediáticas explotables en los debates electorales contra el gobierno saliente -no contra la candidata contrincante- puede ser la diferencia entre ganar o perder la elección.
La oferta de castigar el pasado y al gobierno saliente es una fórmula que ha tenido buenos dividendos. Cada vez que se ataca el punto débil de percepción del PRI, tiene efectos demoledores.
Por lo tanto, insistir en realizar todos los debates solicitados puede ser contraproducente para las aspiraciones de aquellos que buscan mantener el gobierno y dar continuidad a los más de 80 años de un régimen en el Estado de México.
Los debates son herramientas que definen las elecciones, pero también implica que, para participar abiertamente en estos actos, se debe acudir con un alto blindaje personal y con propuestas a prueba de balas.
En este caso el PRI nacional y estatal no abonan mucho para cumplir esta condición. El apostar a tantos debates pudiera ser una ocurrencia.
@Javoesquivel