ROBERTO CIENFUEGOS J. Ante la controversia en curso que alienta el gobierno de México, algo nada raro en estos tiempos, y que involucra ya a Estados Unidos y Canadá, los dos grandes socios comerciales del país a través del T-Mec, estoy seguro de que al final se impondrán los números y la geografía. Ambos hechos seguramente terminarán por aplacar cualquier ira o desplante presuntamente nacionalista en suelo mexicano.
Porque una cosa es la política, entendida hoy en buena parte en México como la lucha desde el poder por el poder y el respaldo popular, cortejado casi a cualquier precio, – un binomio casi salvaje- y otra, muy distinta, es tragar fuego, que como dicen quienes saben de eso, ni los locos hacen.
Y aquí pongo los números: entre enero y noviembre del 2021, el intercambio comercial México-Estados Unidos sumó 604 mil 200 millones de dólares. Imagine esa cifra. Sólo se me ocurre pensar que es un monto colosal.
Más todavía: en el primer trimestre de este 2022, Canadá se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos al sumar 186 mil millones de dólares (mdd) en comercio bilateral. Reemplazó, sí, a México, según datos de la Oficina del Censo estadounidense, más confiables, que ni qué.
En los tres primeros meses del año en curso, México acumuló 182 mil 169 mdd en esta materia, unos cuatro mdd menos que Canadá.
En el tercer sitio comercial figuró China (a quien México había sustituido como el principal aliado comercial de EEUU a principios de abril), con un total de 173 mil 900 mdd. En consecuencia, la participación comercial de Canadá de enero a marzo de 2022 fue del 14.8%; la de México, de 14.5%, mientras que la de China fue de 13.8%, muy cercanos uno del otro en cualquier caso.
En conjunto los tres países sumaron cerca del 43% del comercio de EEUU con el resto del mundo.
Las exportaciones de México a Estados Unidos ascendieron a 106 mil 224 mdd, un aumento anual del 18.2%.
En cuanto a las importaciones mexicanas hubo un alza anual del 18.6%, al sumar 75 mil 925 mdd. Estas cifras se vieron reflejadas en el superávit comercial para México, de 30 mil 319 mdd.
A su vez, el Departamento de Comercio estadunidense dijo que en marzo las exportaciones e importaciones con México acumularon un total de 69 mil mdd, un repunte de más del 20% respecto a marzo de 2021. La venta de productos y mercancías mexicanas al país vecino dejó un total de 40 mil 450 mdd, mientras que las importaciones arrojaron 28 mil 532 mdd.
Entre las principales exportaciones mexicanas a Estados Unidos en el tercer mes de este año figuraron equipos de cómputo y comunicación, equipo de transporte, aparatos eléctricos, maquinaria y agricultura, éste último uno de los sectores más dinámicos del comercio bilateral.
Apenas en abril, y según cifras de la Secretaría de Economía, México se colocó como el principal socio comercial de Estados Unidos con un intercambio comercial que en los dos primeros meses del año sumó un total de 113 mil 187 mdd, un crecimiento anual del 16.7%.
Además, México concentró el 14.5% del comercio exterior de dicha nación, y entre enero y febrero, las exportaciones mexicanas hacia el país vecino sumaron 32 mil 536 mdd, un incremento de 18.6% si se compara con igual bimestre del año previo.
Por lo que toca a las importaciones desde Estados Unidos a México, éstas acumularon un total de 23 mil 715 mdd, un crecimiento de 12.7%.
Aun con estos volúmenes comerciales, en su matutina de ayer jueves, López Obrador dijo que en el caso de Estados Unidos y aun tratándose del mercado más importante del mundo, México no aceptará ceder soberanía, aún si eso implicara el acceso a ese mercado. “No vamos a entregar nuestra independencia a ningún gobierno extranjero”, prometió antes de soltar sus dardos habituales: “no tienen razón, aun cuando tengan muchos lambiscones, vendepatria, que les aplauden en nuestro país, no tienen razón”.
Y ante la pregunta insistente sobre si habrá una ruptura con su principal socio comercial, López Obrador corrigió, o quiso hacerlo: “No sólo porque tenemos la razón, sino porque no nos conviene, y no sólo es México, no le conviene a Estados Unidos”.
Él mismo se dijo: “tengo que cuidar mi lenguaje, disculpen, porque son asuntos muy delicados. Nosotros le tenemos mucho respeto al presidente Biden y al gobierno de Estados Unidos, y actuamos con responsabilidad”. Eso precisó luego de invocar la soberanía y fustigar a los vendepatrias.
Soltó otro dardo: “lo que quieren los conservadores es amarrar navajas, son muy elementales”. Así que si nos atenemos al enorme flujo comercial y lo que representa en materia industrial, laboral y progreso, es claro que no habrá ruptura, a menos que…pesen más la política con su cauda de poder, así sea algo tan efímero como el tiempo.
@RoCienfuegos1