Cómo enfrentar la inflación sin morir en el intento
VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ. Algunos economistas dicen que la inflación llegará a ocho por ciento en el tercer trimestre del presente año; otros prevén que alcanzará los dos dígitos, es decir 10 por ciento al finalizar el año; aunque la mayoría coincide en afirmar que en los primeros meses del 2023 descenderá.
Lo cierto es que los precios en los próximos meses seguirán en ascenso, y como siempre los mayores afectados serán quienes perciben menores ingresos, pues son precisamente ellos quienes destinan la mayor parte de sus percepciones a la compra de productos básicos.
Un análisis elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indica que poco más de la cuarta parte de sus ingresos lo dedican a la compra de cereales, carne y verdura, productos que registraron un incremento anual de precios de 14.4 por ciento, 13.7 por ciento y 13.1 por ciento.
En contraparte, los hogares más ricos apenas y destinan 20 por ciento de sus ingresos a la adquisición de dichos productos.
Así, por ejemplo, los artículos con alta inflación anual en abril de este año fueron los aceites y grasas que subieron en promedio 35.7 por ciento, las frutas con 18.98 por ciento y la leche y sus derivados que registraron un incremento de 11.76 por ciento los cuales son consumidos por hogares de todos los niveles de ingresos.
Otros tipos de servicios que tuvieron una menor inflación, como la educación con 3.7 por ciento, los servicios para autos 7.06 por ciento y las comunicaciones que bajaron 2.67 por ciento son consumidos por hogares de bajos ingresos en menor cantidad.
Ante esta situación es necesario tomar algunas medidas para sobrellevar lo mejor posible este momento económico, una primera recomendación es el uso responsable de la tarjeta de crédito, usarla solo para cuestiones de verdadera necesidad, hay que tomar en cuenta que la inflación genera incrementos en las tasas de interés y es precisamente la tarjeta de crédito el producto bancario con los intereses más altos.
Realizar un presupuesto familiar ayuda a planear mejor los gastos, evaluar la utilidad de los productos que se van a adquirir tiene un impacto significativo en las finanzas del hogar, pues evita que se adquieran artículos no imprescindibles.
Comparar los precios es otra de las actividades que nos ayuda a disminuir el impacto de la inflación en nuestros bolsillos; hay artículos de marca libre o marca propia de las tiendas que resultan más económicos, un ejemplo son los destinados a la limpieza del hogar.
Adelantar las compras futuras es una buena estrategia para afrontar la inflación; adquirir paulatinamente los artículos que la familia necesitará en un futuro próximo evitará un desembolso de golpe y cargar con los incrementos propios de la temporada, un ejemplo son los útiles escolares.
Ahorrar en tiempo de inflación es otro de los consejos los asesores financieros dan a sus clientes, contar con un fondo de emergencia para atender los imprevistos es una decisión acertada, especialmente cuando hay menores o personas de la tercera edad.