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Ciudad de México, 13 de mayo (almomento.mx/entresemana.mx). La restauración de la Zona Arqueológica Teocaltitán, en Jalisco, llevada a cabo por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), trajo consigo el descubrimiento de cuatro entierros prehispánicos en la zona del altar central, justo frente A la pirámide principal.
En un comunicado, la directora del Proyecto Arqueológico Teocaltitán, Marisol Montejano Esquivias, señaló que los trabajos de recuperación en el sitio, que en lengua náhuatl significa “Lugar de la casa de los dioses”, se remontan a 2007. Precisó que los cuatro entierros se ubican en el patio hundido que está al frente de la pirámide principal.
Indicó que uno de los entierros prehispánicos corresponde a un individuo adulto, al que se acompañó con una vasija, el cual fue dispuesto hacia el periodo Clásico Tardío o Epiclásico (600-900 d.C.), en la esquina suroeste del altar central, acción que implicó desmontar en su momento la arista del edificio.
Además, la excavación ayudó a determinar que “el altar central es producto de, por lo menos, tres momentos constructivos”, expuso la especialista.
También, cerca del altar central, en su flanco oriente y frente a la pirámide, se localizó la inhumación de un infante. “Se encontró completo bajo una laja de piedra; post mortem, el pequeño fue recostado sobre su espalda y con las piernas flexionadas al interior de una fosa”, detalló la experta.
La arqueóloga indicó que la colocación de los restos óseos del infante a baja profundidad de la superficie del patio “es indicativo de que este evento tuvo lugar en la última etapa de ocupación del sitio”, durante el Posclásico Temprano (900-1100 d.C.).
Montejano añadió que se localizó otro par de entierros prehispánicos, uno de ellos deteriorado por la escasa profundidad en que fue hallado, y el otro está en proceso de excavación. No obstante, en algunos perfiles, como el paramento poniente de la cancha del Juego de Pelota, comienzan a observarse otras inhumaciones.
Desde 2011 se han hallado ocho entierros humanos asociados al altar central, los cuales datan de las distintas épocas de ocupación del sitio. Esto, “es una constante y muestra los diversos tipos de prácticas funerarias realizadas en distintas épocas en el lugar”.
La zona arqueológica Teocaltitán se desplanta en la cima del cerro del mismo nombre, en la comunidad de Teocaltitán de Guadalupe, municipio de Jalostotitlán, estado de Jalisco.
