LA CAJA DE PANDORA/ Yordi Rosado, se reinventó y cambió su historia

Elvira Gomezturja

Ciudad de México, 08 de mayo (entresemana.mx). Me decía mi exjefe Alberto Barranco Chavarría actual Embajador de México en el Vaticano: “Más vale ser cabeza de ratón que cola de león”. Supongo que a Yordi Rosado el refrán español le dio vueltas en su cabeza varios años durante su actuación en Otro Rollo al lado de Adal Ramones.

Ha sido para mí, supongo que para muchos, asombroso,  observar la evolución de Yordi en el mundo del espectáculo.

Lo he visto crecer y desarrollarse. Originalmente fue el patiño de Adal en aquel programa semanal; en donde la Big Star era el regiomontano y Yordi no pasaba de poner los chistes y la mesa para que Adalberto se luciera.

Aclaro que ser patiño de un cómico no es considerado denigrante, pero creo que Yordi nunca lo vio así, ni se sintió a gusto en ese sitio. De hecho estoy segura se sentía menospreciado, despreciado… utilizado.

Recuerdo que lo entrevisté antes de entrar al reality Big Brother VIP (2003). Era un joven sencillo, simpático, sin los rollos de estrella de su jefe, ameno y muy agradable. La experiencia en este programa no fue lo que él esperaba. De esta manera lo revive: “Cuando entro a Big Brother, entré con gran emoción y alegría; ¡con mucha emoción! para poderme separar un poco de lo que era ser Yordi el de Adal, y aunque me pesaba mucho decirlo, así era. Adal lo sabía y ya lo habíamos platicado. Era ‘ojalá que te vaya muy bien en Big Brother para que puedas hacer una carrera aparte’”.

Los planes de Dios son perfectos y sorprendió a Yordi como nos sorprende a todos: “Entro con toda la emoción, pensando, ojalá gane y la gente me identifique ya como Yordi, sin el ‘de Adal’. Entro y me empieza a ir bastante mal en el programa y el remate fue terrible”.

Al final pidieron a Yordi repartir cinco puntos entre tres participantes. Se equivocó en varios intentos y quedó en evidencia.

Aunque logró llegar casi a la final, fuera de la casa era motivo de mofa por su error. Rosado no sabía lo que ocurría: “Salgo y en el momento que salgo, lo primero que hago es un baile con mi esposa. Ella me abraza y lo primero que me dice es: ‘No tienes idea de lo mal que están las cosas aquí afuera. Te están haciendo pomada con el rollo de cómo te equivocaste en los números’”.

En esa gran final convocan a los participantes anteriormente eliminados y al ser presentados cada uno de manera independiente hubo aplausos para todos, menos para Yordi: “Nunca había tenido un abucheo así. Me puse blanco, literal. Llegué a mi casa y me solté llorando”. Mi esposa me decía: ‘Tranquilo’. Pero nunca en mi vida me habían abucheado así, me sentí muy mal”.

Enfrentar burlas y críticas fue un tramo amargo, pero finalmente se salió con la suya, Yordi se independizó de Adal. Ahora era Yordi el de Big Brother: “El caso es que de esa muy mala suerte, después se convirtió en algo padre, porque al final dejé de ser el Yordi de Adal para transformarme en Yordi el imbécil de los números. Pero ya era ¡¡Yordi!! A la larga sí fue muy buena suerte, porque el haber hecho una tontería como la que hice me favoreció”.

Al terminar el ciclo de Otro Rollo (1995-2007), pensamos que el grupo de artistas que lo cobijaban desaparecería, pero no fue así. Consuelo Duval continuó su carrera con igual o más éxito, Roxana Castellanos lo mismo, Mauricio Castillo también se mantuvo y quien despuntó con una fuerza inusitada fue Yordi, que se convirtió en estrella. Ha escrito cinco libros en coautoría con Gaby Vargas, tiene un programa de radio, un canal en youtube, es conferenciante, productor, conductor de televisión y realmente se autodescubrió como entrevistador, con los que sus cuates artistas hacen revelaciones importantes que tienen repercusión en los demás medios. Como ha sido el caso de las entrevistas con Luis de Llano, Eugenio Derbez, Fernanda Castillo, Lupillo Rivera, Angélica Vale, Paola Rojas y hasta el expresidente de México Vicente Fox.

Yordi, sin Adal, ¡no se amilanó!, se armó de valor y al verse solo sin la sombra de su compadre ¡creció!

Solo, echando mano de sus propios recursos y talento ha producido y conducido con éxito las emisiones: Está Cañón, La última y nos vamos, De noche todo pasa y Con Permiso entre otros y es uno de los miembros en Miembros al aire.

Rosado inspira confianza por eso arranca declaraciones del corazón.

Hoy Adal y Yordi están distanciados. Habría que analizar quien fue en verdad más amigo del otro. O si en realidad,  había amistad sincera y leal, o solo se “usaron” para alcanzar cada uno sus propósitos.

La amistad, si es que existió, se desvaneció, y la vida que es una rueda de la fortuna, permitió a Adal continuar su camino sin la exposición mediática que tuvo y a Yordi brillar con luz propia.

A sus 51 años Yordi Galo Rosado Álvarez confirma lo sentenciado en el refrán popular.

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