Medios ante AMLO: una relectura obligada
RODULFO REYES (Tabasco). ¿En qué momento en el entorno de Andrés Manuel López Obrador, iniciando por el propio presidente, se empezó a relegar a los medios con el argumento de su nula penetración social? La respuesta a esta tesis podría ser que el tabasqueño ha logrado el máximo cargo político del país pese a la prensa.
A principios de 2012, el perredista Arturo Núñez Jiménez blasonaba que había ganado la gubernatura de Tabasco pese a no contar con la “mass media”, sin reparar que en ese año ganaron todos los candidatos postulados por el movimiento de López Obrador.
Ahora bien, la carrera del prócer de Tepetitán es una muestra de que los medios sí catapultan a políticos: de no haber sido por los periódicos escritos de la Ciudad de México, más que de la radio y la televisión, que nunca dejaron de darle cobertura, en 1996 que emigró al altiplano no habría logrado la trayectoria meteórica que lo tiene dónde está hoy.
Estos son dos de los mitos en su relación en la prensa:
1.- El tabasqueño “se crece ante el castigo”. No puede afirmarse que esto sea falso, pero sí debe aclararse que su reivindicación en 2018 tuvo elementos ajenos a su voluntad y a su persona: pese a ser derrotado estrepitosamente en 2012, se recuperó seis años después porque el priísta Enrique Peña Nieto había hecho (hasta ese momento, claro) el peor gobierno en la historia de México.
Hastiados los ciudadanos de la gigantesca podredumbre de Peña, los mexicanos se consolaron con el discurso antisistema de López Obrador, que se aferró como naufrago a una balsa de la narrativa que más gusta a los electores: castigo de saliva a los corruptos del pasado…
Con el discurso motivador del tabasqueño, en 2018 los medios no pudieron repetirle el daño producido un sexenio atrás: fue mayor el repudio al priísmo del copetón que desmenuzar ante el análisis al candidato que ofrecía todo lo que quería escuchar el pueblo: acabar con la putrefacción pública, abatir la inseguridad, bajar el precio de la gasolina y el gas…
Tras la victoria de hace cuatro años, los nuevos gobernantes se inflaron cual guajolotes y empezaron a ningunear a periodistas.
2.- Los lances mediáticos no le hacen nada a AMLO. Falso: ha quedado demostrado con el caso Carlos Loret de Mola que la prensa no es un enemigo pequeño y que, siempre blandiendo datos duros, los medios mexicanos siguen siendo igual de perjudiciales que los de otros países como Estados Unidos.
En síntesis, por más que la arenga presidencial sea rebajar con agresiones públicas a sus opositores, el reportaje del yucateco sobre la casa gris ha sido el golpe más demoledor al tabasqueño en lo que va de su período.
Pese a la campaña desde la más alta tribuna mediática del Estado mexicano, Loret ya es un referente: a) es el único periodista mexicano que escribe en el influyente diario estadunidense The Washington Post; y b) es el columnista que, en forma personal, tiene más seguidores en redes sociales, incluso por encima del presidente.
PARA SU INFORMACIÓN…
QUE VIENE DURA la postura de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras atraer el caso denunciado en el documental Duda razonable, de Netflix, que, además de involucrar al exfiscal Fernando Valenzuela Pernas, sentará en el banquillo al poder Judicial de Tabasco por la actuación de los magistrados que condenaron a medio siglo de cárcel a los presuntos responsables del delito de tentativa de secuestro.