GUADALUPE RAMOS PONCE (SemMéxico, Guadalajara, Jalisco). Acabamos de pasar el 14 de febrero y como todos los años, la explotación comercial de esta fecha, hace que las y los enamorados midan el tamaño del amor de su pareja por el regalo recibido, sucumbiendo así a las exigencias comerciales del momento.
El amor romántico promueve actitudes, expectativas y roles diferenciados para mujeres y hombres. En un estudio de la Universidad de Valencia, titulado “El amor romántico y la violencia de género”, se analiza la concepción del amor en una muestra de cinco mujeres que han sufrido maltrato por parte de sus parejas y asistieron a un taller grupal sobre amor romántico y violencia de género. El taller enfatiza la visión estereotipada del amor que inculca la sociedad y sus implicaciones negativas, así como alternativas posibles a este modelo amoroso. El objetivo es identificar cuál es su visión del amor en sus relaciones de pareja y analizar si, a partir de la intervención, se producen cambios y en qué medida. Los resultados muestran una amplia aceptación inicial hacia el amor romántico por parte de las participantes y el cambio hacia otros modelos tras la intervención, basados en un empoderamiento personal y en una visión más realista de las relaciones de pareja, centrada en la igualdad, la comunicación asertiva y la ausencia de mitos románticos. Este estudio realizado en España, señala que cerca de 600 000 mujeres son víctimas de maltrato habitual en España. Incluso se considera que el número real es mayor porque un elevado porcentaje no tienen conciencia de victimización, ya que asumen ciertos comportamientos como intrínsecos en las relaciones amorosas. La aceptación de comportamientos violentos dentro de las relaciones de pareja se debe en cierta medida a su concepción sobre qué es el amor.
De acuerdo a este estudio, el amor es una construcción social que refleja los valores culturales de cada periodo histórico y está influido por las normas que rigen la conducta social. Este proceso de socialización se lleva a cabo de manera diferencial entre hombres y mujeres, creando una desigualdad de roles en cuanto al amor, concepciones y comportamientos. De este modo, impulsa la creación de la identidad femenina alrededor de una serie de roles como propios de mujeres (madres, cuidadoras) y actitudes de sumisión (pasividad, dependencia) que las pone en una situación de inferioridad y vulnerabilidad. Por el contrario, la identidad masculina se relaciona con la fortaleza, la razón, la independencia o la autoridad. En la investigación sobre la concepción del amor con estudiantes universitarios, los resultados ejemplifican esta diferenciación: las mujeres se caracterizaban por una idealización, entrega incondicional y autorenuncia mucho mayor que los hombres. De esta manera, se construyen relaciones desequilibradas bajo un esquema de amor romántico patriarcal.
Sin duda, hay una relación directa entre la violencia contra las mujeres y el modelo del amor romántico. Las características del concepto de amor romántico según el estudio mencionado son: entrega total a la otra persona; hacer de la otra persona lo único y fundamental de la existencia; vivir experiencias muy intensas de felicidad o sufrimiento; depender de la otra persona y adaptarse a ella, postergando los deseos propios; perdonar y justificar todo en nombre del amor; consagrarse al bienestar de la otra persona; pensar que es imposible volver a querer con la misma intensidad; sentir que nada vale tanto como esa relación; desesperar frente a la idea de que la persona querida se vaya; pensar todo el tiempo en la otra persona, hasta el punto de tener problemas para concentrarse en otras cosas; prestar atención a cualquier señal de pérdida de interés por parte de la otra persona; idealizar a la pareja; pensar que cualquier sacrificio es positivo si es por amor. Para comenzar a combatir la violencia de género contra las mujeres y el feminicidio, es importante empezar por deconstruir todos los mitos del amor romántico.
@dralupitaramosp
Canal de Youtoube Dra. Lupita Ramos.