RICARDO SANHER. Ver para creer.
El hijo mayor del Presidente “más austero” que ha tenido México, Andrés Manuel López Obrador, se fue del otro lado, o sea a Estados Unidos, a vivir el sueño… mexicano, porque resulta que en una entrevista que se le realizó a José Ramón López Beltrán afuera de la casa de campaña cuando su padre fue declarado Presidente electo, a pregunta expresa de si trabajaría con él, respondió que no y que no sabía aún a qué se dedicaría.
A partir de ese momento su ascenso en las esferas del poder económico fue meteórico, digno de cualquier análisis de superación personal, porque en lo que va de la administración de su padre el Presidente, ha acumulado tal grado de poder económico que es difícil de ocultar, se le cuenta dentro de su haber un rancho, una chocolatera (no cualquier tipo de chocolate, es gourmet), dos residencias en Houston, Texas, que por coincidencia una es propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, una de las compañías más grandes del mundo y que cuenta con contratos por más de 151 millones de dólares con el actual régimen. Además recién construyó otra residencia en la localidad de Cypress, Texas, por un valor catastral superior a los 7.6 millones de pesos a nombre de Carolyn Adams, estrategia muy parecida a la que utilizó el mandamás de la Comisión Federal de electricidad, Manuel Bartlett.
A ese sueño mexicano muy pocos pueden acceder, sólo ingresan a él la gente más cercana al tlatoani de Morena, llámense diputados, senadores, presidentes de otros Poderes de la Unión, de Morena, secretarios de estado y zalameros que venden su dignidad por migajas y no ven el desastre que esto ocasiona entre sus mismos seguidores y los que no votaron por esta 4 Transformación.
Incluso ya viviendo esta realidad tan desastrosa que avasalla a los mexicanos, muchos se preguntan, y no sin razón, que su frase de “cayó como anillo al dedo” presagiaba que todas la estupideces y omisiones que está cometiendo su equipo de trabajo no se les daría la debida relevancia porque el problema de la pandemia lo ocultaría todo, pero ésta tiene que terminar algún día y cuando esto suceda la gente podrá avizorar todo el caos que reina en el país y quizá sólo así reaccione.