«Alito» se traga sus palabras, ofende a Omar Fayad y “olvida” jugoso préstamos
* Se revela como el peor peligro para el PRI
ANTONIO ORTIGOZA VÁZQUEZ (Especial Expediente Ultra). En cuestión de días, Alejandro Moreno «Alito» dio un giro de 180 grados en su valoración como político hacia el gobernador Omar Fayad, quien de «orgullo de los priistas» pasó a ser quien «está entregado» y «quiere regalar el estado a Morena» y lanza la amenaza de que «los priistas le vamos a pedir cuentas».
Así las cosas, todo pareciera que, en vísperas de la nominación del candidato (a) al gobierno de Hidalgo por la coalición PRI-PAN-PRD, el líder nacional priista se dedica a prender fuego a una pradera seca y con ese lenguaje incendiario hace, en vías de hecho, una excelente campaña en favor de…Morena.
Fue apenas el pasado 28 de noviembre cuando, de frente al priismo de Hidalgo, «Alito» dijo que «Omar Fayad se ha mantenido entre los gobernadores mejor calificados del país… su condición de priista nos enorgullece y nos fortalece; su condición de estar echado para adelante, de tener carácter, valentía, arrojo, siempre llevará buenos frutos al trabajo del gobierno y por ello, hoy le quiero reiterar todo el apoyo, todo el respaldo en la conducción política… en el trabajo para construir la victoria política…»
Todo parecía normal, congruente, lógico: con una gran batalla electoral que enfrentar, los priistas estrechaban lazos para que sólidamente unidos fuesen a los comicios estatales. Así parecía.
Pero, de pronto, «Alito» cambió radicalmente de parecer. Armó un conciliábulo para manejar unilateralmente el arreglo con la coalición y ni siquiera tuvo la cortesía de invitar, o por lo menos avisar, al gobernador, quien se molestó y lo dijo en público.
Y entonces «Alito» echó mano de otra colección de calificativos hacia el mandatario hidalguense no muy halagüeños: el torrente incluyó dichos como que «el PRI de Hidalgo no es Omar Fayad», «el priismo fue el que le hizo gobernador… él quería poner un candidato débil para entregar el estado a Morena… no lo vamos a permitir», (el gobernador) «quiere salvar el pellejo, quiere usar el partido como escudo, les pongo uno que no compita y luego me dan trabajo»
¿COMO «RIGOLETTO»?
.Sin presentar evidencias de sus audaces acusaciones, «Alito» reitera, en entrevista para la televisora MVS Noticias, que el gobernador Fayad «prometió regalar el estado». Acerca de que se negó a tomarle las llamadas, el presidente nacional del PRI dijo: «Es que es muy pendenciero y luego, muy modosito». (Como parece evidente, el giro de «Alito» nos remite de inmediato al aria de la ópera «Rigoletto», que dice: «La donna é mobile, qual piuma al vento; muta d’accento, é di pensiero».)
Cuando «Alito» pidió licencia al gobierno de Campeche para hacerse cargo del CEN del PRI, no se necesitó mucha agudeza para advertir que su plan ranchero consistía en utilizar los restos de poder político tricolor para negociar -ni siquiera con la necesaria sutileza- con el gobierno federal.
Su tarea ha sido sencilla: sembrar la cizaña en las filas del partido, hacer doble juego con las candidaturas, apuñalar por la espalda a la militancia que se ha mantenido firme y, cuando se topa con reclamaciones -como en el caso de Hidalgo- echa mano de la calumnia, la injuria y la mala memoria. El típico grito de los saltimbanquis: «¡Al ladrón, al ladrón!».
EL CRÉDITO DE «AFIRME» POR 207 MILLONES
Entre lo que dijo «Alito» que eran «pruebas» del «contubernio» entre el gobernador Fayad y Morena, mencionó un «cuantioso crédito» con la banca comercial, autorizado por el Congreso local con la silente aquiescencia de la bancada de Morena.
En su afán de arrojar detritus al gobierno estatal, el líder nacional priista no sólo da giros tan veloces como los derviches turcos, sino que señala operaciones perfectamente legales con el acuerdo de la legislatura.
Pero olvida que, apenas sentado en la presidencia del PRI nacional, comenzó a negociar con Banca Afirme, del empresario Julio César Villarreal Guajardo, un crédito por 207 millones 448 mil pesos.
La contratación de créditos con la banca privada es una práctica extendida por los partidos políticos, pero son operaciones que aprovechan ciertos huecos en la legislación electoral, toda vez que, si los fondos que proporciona el INE tienen qué destinarse expresamente para promoción del voto y gastos que las campañas originan ¿Cómo obtienen recursos para pagar los préstamos y los intereses?
El caso es que, vencidos los créditos, los partidos, PRI incluido, no pueden simplemente, tomar fondos del INE para cubrirlos, porque sería ilegal.
Y entonces dicen: «La ley permite aportaciones de militantes», pero esos fondos están reglamentados y debe informarse puntualmente al INE de cuánto y quiénes aportaron.
Pero, como lo documenta en un libro el ex presidente del instituto electoral, Luis Carlos Ugalde. los partidos políticos colectan cantidades gigantescas de las que nunca rinden cuentas. «Alito» sabía que tendría esa posibilidad, y por eso dejó el gobierno de Campeche, toda vez que los estados, en estos tiempos de la 4T, están muy comprimidos y vigilados en materia de presupuestos.
Así las cosas, «Alito» cumple con los planes -nada ocultos- diseñados al llegar al CEN del PRI: Hacer el trabajo sucio a favor de Morena, crear conflictos internos en el tricolor, lo que se reflejará necesariamente en las campañas; golpear, precisamente, a gobernadores priistas prestigiados, permitir que Morena coseche y él puede irse con su cargamento, como dice la canción mixteca.
@ortigoza2010