PALABRAS MÁS/ País del narco  

  

Cualquier vida, por larga y complicada que sea,

en realidad, consiste en un solo momento:

el momento en que un hombre

sabe para siempre quién es.

Jorge Luis Borges

ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez

Si algo le molesta al presidente López Obrador es que se le diga que fracasó en el tema de seguridad, no pacificaron al país como lo dijo en campaña, no regresaron las tropas a los cuarteles y no hay evidencia de que los programas sociales estén arrebatando a los jóvenes de manos de las adicciones ni de las bandas criminales qué los reclutan.

Lo que, si ha pasado, el sexenio de López Obrador se ha convertido en el más violento de la historia con 165 mil 791 muertos, superando a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto. Lo que si hicieron fue militarizar al país y aquellos que en el pasado gritaban y se manifestaron lo permitieron. Hay territorios en donde la Guardia Nacional simplemente no entra y hasta los han corrido de manera penosa.

Eso sí, en la conferencia mañanera se presentan cifras alegres y el comandante supremo se encarga de desviar la atención y va contra quienes cuestionan, los llama sus adversarios y que se está contra la transformación, esa que ha vuelto campo fértil a México para la operación de narcotraficantes y que ha convertido al país en un cementerio, en un lugar de más de 100 mil desaparecidos, de madres buscadoras, de sicarios y ejecutados, de corrupción y hasta de políticos cercanos al narcotráfico.

La ventana que nos permitió mirar cómo sería este sexenio en su política para combatir al narco fue “el culiacanazo” en octubre de 2019, aquella acción fallida de captura y luego liberación de Ovidio Guzmán de la qué López Obrador fue responsable según por seguridad de los habitantes, así lo reconoció en junio de 2020, aunque antes lo negó diciendo que se enteró al bajar de un vuelo comercial, la cuartada fue qué se salvaron muchas vidas porque se vendrían las represalias de la banda criminal.

En Estados Unidos hubo voces de crítica al plan del Pejelagarto de “abrazos y no balazos” sobre todo por parte de los republicanos, hay que decir que no era retórica, resultó que la 4T no iría por las cabezas de las bandas, pero la presión de EU surtió efecto y se recapturó al “Ratón” en enero de este año previo a la visita de Joe Biden a México para su participación en la Cumbre de los Líderes de América del Norte, lo que mucho causó controversia al verlo como un regalo para el presidente de EUA por parte de México, ahora el hijo del narcotraficante más buscado, Joaquín el “Chapo” Guzmán,  ya purga su condena en una cárcel de Chicago, Illinois.

Durante las fiestas patrias se extraditó a Guzmán López a Estados Unidos en medio de una crisis de consumo de fentanilo en aquel país, que por cierto el desprestigiado doctor Hugo López-Gatell aseguró que el fentanilo no es un problema de salud en el país, caso contrario según la teoría de Derek Maltz exagente de la DEA, señala que China quiere desestabilizar a EU al arrebatarle a una generación de futuros líderes y debido a esto utiliza a cárteles mexicanos que introducen ese opioide, por eso la presión que crece por parte de los republicanos y hasta algunos demócratas sobre el gobierno de López que resultó, por decir lo menos, ineficientes en la lucha contra el narco… pero mejor ahí la dejamos.

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Hasta la próxima.

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