Siempre haz sobrio lo que dijiste
que ibas a hacer borracho.
Eso te enseñará a mantener la boca cerrada.
Ernest Hemingway
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ / @arturosuarez. Con los golpes mediáticos que ha recibido el presidente López Obrador y su fallida 4T es para que la oposición partidista se estuviera relamiendo los bigotes, pero siguen agazapados y temerosos, la razón es clara, más de uno tiene la cola larga, un pasado de corrupción y pertenecen a partidos políticos que fracasaron, son sinónimos de corrupción, se encuentran extraviados a unos meses de celebrar dos elecciones, la de Coahuila y la joya de la corona que es el Estado de México, si la elección fuera hoy no habría nada que hacer, ganaría Morena sin ningún obstáculo.
De verdad no es poca cosa cómo fue vulnerada la ciberseguridad de la Sedena, que es la dependencia más empoderada por el Pejelagarto y que debería cuidar a todos los mexicanos. También hay que sumar el testimonio en primera persona del libro “El rey del cash” de Elena Chávez, más la falta de resultados y la puesta en duda de la operatividad de sus obras emblema y el dispendio de recursos, con todo y eso la oposición quedó reducida luego de que el PRI de Alejandro Moreno acompañó al partido del presidente para votar la iniciativa que mantendrá al Ejército en las calles hasta el 2028.
Hace unos días en una mesa de periodistas en las que charlamos con el diputado Jorge Gaviño Ambriz, había la coincidencia que no habrá alianza, por lo menos no como estaba planeada en “Va por México”, no hay liderazgos ni hay un proyecto que es por lo que se debería comenzar, luego buscar los perfiles más adecuados para que compitan por la candidatura. El tiempo se les agota para buscar la unidad porque el encono que se le tiene al Pejelagarto es engrudo para pegar una coalición que de por si es antinatura en aquello de las ideologías y proyectos de nación.
Por eso Claudio X. González busca de nuevo impulsar desde la sociedad civil al grupo “Unid@s”, un nuevo bloque opositor rumbo a 2024 y que los convoque a evitar la división partidista, pero el personaje está más que vapuleado por el mismo López Obrador, al primer movimiento de opositores se culpa a X. González y su nombre es uno de los más mencionados en la mañanera, pero no se necesita ser un intelectual para entender que él no puede encabezar, ni tampoco su grupo que representan el otro extremo y que terminarán pareciéndose, a menos claro que se destapen del todo y asuman que es una lucha exclusivamente para quitarle el poder a Andrés Manuel.
Mientras eso pasa y los otros hacen sus esfuerzos aislados, López sigue jugando con ellos, por lo pronto se aventó la puntada de dar a conocer su lista de presidenciables, claro que no se trata de Marcelo Ebrard, ni de Claudia Sheinbaum o Adán Augusto, sino de una lista de 42 personajes de la oposición que incluye a Agustín Carstens, Alejandro Moreno, Carlos Loret de Mola, Denise Dresser, Lilly Téllez, Miguel Ángel Osorio Chong, e incluso el youtuber Chumel Torres y otros más.
Aquí se lo he dicho, López Obrador es un jefe de grupo y así se ha comportado desde el 2018, se ha negado a asumir su responsabilidad como presidente de la República y para lo que viene será el perfecto jefe de campaña de su “corcholata”, cualquiera que sea, el laboratorio será el Estado de México con Delfina Gómez para la que ya está operando el primer círculo, por eso la reciente renuncia de Horacio Duarte con la finalidad de apoyar a la maestra para su candidatura al Edomex.
Citando al clásico, la caballada está flaca para el 2024 y ahora todos son “corcholatas” porque así lo quieren en Palacio Nacional, no tiene contrincante y para el que quiera ser, la tarea será muy dura pues el objetivo es vencer a López Obrador, aunque ya no aparezca en la boleta, habrá persecución, espionaje y escándalos como en los mejores tiempos del PRI, aunque antes la reforma del INE para controlar al árbitro… pero mejor ahí la dejamos.
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