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JAVIER DIVANY BÁRCENAS
Ahora resulta que detrás de las agresiones a los policías en la marcha del 2 de octubre está la derecha que quiere desestabilizar a la 4T, como acusó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Pero ¿quién será?, ¿Peña Nieto o Felipe Calderón o Vicente Fox o Carlos Salinas o Ernesto Zedillo? ¿Quién? La mandataria no dio el nombre.
Los habitantes de la Ciudad de México fueron testigos que hoy estamos desprotegidos y resguardados ante una policía incapaz de poder contener cualquier tipo de manifestación con agresores y desestabilizadores, trátese de pequeña o fuerte, para contener a unos cuantos encapuchados como los llamados del bloque negro.
Muestra de ello, lo ocurrido en la marcha del 2 de octubre, donde la policía se vio superada por un grupo de encapuchados de los llamados anarquistas o bloque negro, que no solo destruyen todo a su paso, sino también roban y agreden a cuanto se les atraviesa, principalmente policías.
Marcha tras marcha, estos destructores justifican su movimiento para culpar al gobierno en turno de las políticas públicas y con ello así destruyen a su paso todo lo que les parezca y nunca son detenidos.
Son decenas los del bloque negro que se integran al final de las marchas, desestabilizadores que van armados con palos, marros, martillos, tubos, piedras, aerosoles a los que les prenden fuego, bombas molotov, cohetones, picos, palas y todo cuanto de les ocurre llevar para poder enfrentar a la policía.
A la marcha del 2 de octubre se sumaron grupos de delincuentes que, a sabiendas de las acciones de los anarquistas, entraron a joyerías y a todo tipo de negocios a robar y destruir el patrimonio de muchos empresarios del Centro Histórico.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, quedaron ante la sociedad como incapaces de accionar, sin estrategias policíacas para contener al más mínimo agresor, así como al más violento de una manifestación.
A elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la Ciudad de México, no los dejaron actuar los altos mandos, pese a la provocación, pese a los insultos y ofensa a su uniforme, porque sólo aquí en México se agrede a los policías sin recibir sanción.
Una y otra vez les gritaban “¡aguantar!”, solo con sus escudos y cascos, sin toletes, solo con los extintores que accionaban contra los manifestantes. Pero con la orden de no responder. Algunos escudos eran arrebatados por los manifestantes que superaban en fuerza a la policía y con esos mismos eran golpeados los uniformados.
Y dónde estaba Pablo Vázquez Camacho, jefe de la policía, para que hubiera estado al frente del contingente. ¡Pues cómodo! viendo desde su oficina en la calle de Liverpool, en la colonia Juárez, la madrina que le metían a sus elementos y ordenando que aguantar para mantener firme el legado de la 4T “abrazos y no balazos”.
De igual forma, la jefa de gobierno Clara Brugada, no daba señal de responder a los agresores, no quería problemas de otra matanza o de una guerra campal en pleno Zócalo. Se repetía lo mismo desde Palacio Nacional, desde donde solo se miraba lo que ocurría, pero tampoco se daba una señal de avanzar y someter.
Hoy queda claro que no tenemos sin estrategia, sin preparación para este tipo de grupos desestabilizadores, pues cada vez que hay una marcha el bloque negro es lo mismo, se escudan dentro de su vestimenta negra armados para así robar.
Felicitaciones a la policía por resistir la golpiza, es el premio otorgado en palabras por la presidenta Claudia Sheinbaum; por la jefa de gobierno de la Ciudad, Clara Brugada; por el jefe de la policía Pablo Vázquez y por el secretario de Gobierno de la capital, Cesar Cravioto.
Ojalá y la Fiscalía General de la Ciudad de México dé con el responsable de la derecha, para que se descubra quién es el dirigente de ese bloque negro.
