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>> No hay alguien que se oponga a tener un país pujante y justo, pero…
MIGUEL Á. ROCHA VALENCIA
Ojalá se cumplan los deseos que desde las mañaneras se expresan y calificamos de mentiras como aquello de país con una economía fuerte y un super peso que desafía al dólar. Igual quisiéramos que las expresiones triunfalistas en relación a las inversiones enlistadas, públicas y privadas se cumplan y que con todo ello y la seguridad, alcancemos a ser el país pujante, de crecimiento histórico y justiciero que todos anhelamos.
Y es que desafortunadamente para el país, los buenos deseos expresados por el gobierno parecen entelequias frente a los números que arrojan instituciones como el Inegi, Banco de México, OCDE, BID, BofA y las encuestas de Banamex.
Parecen las declaraciones oficiales un deseo de mentir con la verdad como en el caso del empleo que se disfraza como logro cuando en realidad está deprimido lo mismo que la industria, especialmente con la construcción y las manufacturas, caídas durante los últimos diez meses y cuyo futuro se ve desalentador precisamente por la ausencia de inversiones.
Se disfraza con aumentos demagógicos al salario la caída real del poder adquisitivo que se traga la inflación general y en especial subyacente del 4.8 por ciento, en tanto que la informalidad de la población económicamente activa de 61.3 millones, alcanza al 55.4 de los mexicanos según la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo). Lo llamativo es que 800 mil se reportaron sin trabajo alguno, en tanto que 4.3 millones estuvieron subocupadas.
A eso debe sumarse el que la subgobernadora del Banco de México, Galia Borja advierte de los riesgos inflacionarios para 2026 en que se entrarán en vigor el aumento de “algunos impuestos”, yo diría que de todos y los ajustes a otros “que no estaban”, unos por reformas a la ley como el caso de los IEPS y otros que por ley que se a la inflación.
De ahí que, si bien la inflación general se mantiene por abajo del cinco por ciento, la subyacente podría alcanzar cerca del seis por ciento, es decir, un alza generalizada derivada de ajustes fiscales, especialmente en las tarifas.
Pero además de que ya está decretado que este año no se alcanzarán las metas de crecimiento y apenas se alcanzará un 0.2 por ciento (si nos va bien), la encuesta Anual de Empresas Constructoras reporta una caída anualizada del 6.4 por ciento que se sumará a tres años anteriores de caídas. Eso significa retroceso en el sector que es detonante de varias industrias y generador de mano de obra.
Respecto a la Inversión fija nacional y extranjera, una muestra de que no fluye hacia los sectores en que se necesita, es el hecho de la reciente “liberación” de bonos de deuda por tres mil millones de pesos a plazo de 10 años por parte del gobierno de la ciudad, con el fin de financiar infraestructura como las líneas 5 y 6 del Cablebús.
En se mismo esquema, aunque no son verdes, se inscriben los documentos de deuda para solventar obras públicas que no se pueden cubrir de recursos fiscales como los trenes en marcha, incluyendo el de ciudad de México AIFA y de ahí a Pachuca, donde la administración estará a cargo de la Sedena, es decir que, si reporta alguna utilidad, será para las fuerzas armadas, como el Maya y los aeropuertos bajo su mando.
Tal vez por todo ello es que de acuerdo con el análisis del banco Citi, México es el que menos está creciendo en toda América Latina, derivado del estancamiento de la inversión que en el discurso ofertan los empresarios mexicanos, pero a la hora de colocarla, se les olvida el compromiso, derivado de la incertidumbre causada por las reformas de la 4T, en especial la Judicial y más recientemente la de la Ley de Amparo y la desaparición de organismos indep3ndientes de regulación como lo fueron las comisiones competentes en materia de telecomunicaciones, energía, Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana; de Asuntos Fronterizos y Migratorios; de Ciencia y Tecnología; de Cultura; de Defensa de los Consumidores; de Derechos de la Niñez.
Ahí se inscribe la desaparición de siete organismos autónomos como INAI, Coneval, Cofece, IFT, MEJOREDU, CRE y CNH. Con todo eso, dicen os expertos, se ha generado una gran incertidumbre y si a ello se suma el más reciente comportamiento de la justicia en México que afirman, es selectiva, pues el panorama no es nada halagüeño.
Que conste, eso dicen os expertos quienes, además, alertan que la situación va a empeorar con el crecimiento anunciado de la deuda y el pago de los intereses que restará las ya mermadas capacidades financieras del gobierno.
Por ello el deseo es que todo mejore, pero ahora sí que está en chino.
