>> Poder Judicial sin resistencia se sometió a Morena, ya no lo toman en cuenta
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Ante los hechos donde las determinaciones de jueces, magistrados y ministros no tienen ningún efecto en la práctica por carecer del respaldo del Estado, el poder Judicial dejó de ser operativo en los hechos y su futuro está en manos de la titular del Ejecutivo y de sus lacayos del Legislativo.
La determinación de la Judicatura Federal que legalmente encabezaría Norma Lucía Piña Hernández como ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de desacatar amparos otorgados por jueces federales para que no se entreguen los padrones para que la mayoría en el poder determine quiénes serán sustituidos en primera instancia mediante “elección” popular, es señal inequívoca de que el poder Judicial federal ya se rindió.
Y sin que lo hiciera, ya nadie en el nuevo gobierno le hacía caso, ni siquiera el INE en poder de la morenista Guadalupe Taddei ni mucho menos el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuya presidencia entregó el actual líder de la mayoría de Morena en San Lázaro a la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso.
Para acabarla de amolar ni la propia Judicatura federal que decidió, pero a los ordenamientos judiciales, entregar la lista de jueces, magistrados y ministros al Congreso, es decir, a Morena para que se despache a su gusto, tomando en cuenta que los partidos como tales fueron excluidos de selección y presentación de candidatos a ocupar los cargos cuya insaculación quedará a cargo de la mayoría legislativa y del Ejecutivo o sea…
De todos modos, como lo advirtió la mayoría en el Congreso, iban a sacar los nombres a partir de los datos públicos existentes con lo cual para los morenos dejaban claro que cualquier determinación al de la Suprema Corte, magistrados o jueces, les valían madre, la reforma como bien dijo la nueva presidenta, se hará con o sin la participación de los actuales integrantes del poder Judicial que en los hechos, ya fue borrado.
Una vez más entonces y más allá de que la Judicatura federal se doblara y con ella todo el poder Judicial, queda claro que, al estilo del ganso, la mayoría en el poder se rige por sus propias leyes y esta vez las dicta la presidenta científica que con ello nos muestra su vocación autoritaria, esa que ya le es proverbial desde que fue delegada en Tlalpan y antes.
Aquí ya solo hay de dos sopas, resignarse a que surja un líder en la oposición que no cede a los chantajes y amenazas fuera de los partidos “legales” y que con gran apoyo social enarbole un nuevo proyecto o bien, conformarnos y esperar como aves carroñeras a que como ocurrió en el antiguo PRI, los morenos y sus rémoras se destrocen en su lucha por el poder. NO se olvide que todos vienen de diversas tribus y responden a liderazgos caciquiles al igual que ocurrió con el “partidazo”, sólo esperemos que no pasen 70 años para que ocurra.
Y mientras continúa la incógnita acerca de qué va a pasar en lo económico donde una cosa es tomarse la foto con el líder del empresariado y otra que las 13 agrupaciones o las 200 empresotas aglutinadas al CCE vayan a cumplir su oferta de invertir entre 35 y 47 mil millones de dólares si no se les asegura un marco jurídico donde la imparcialidad sea garantiza.
Porque por lo pronto el hecho de devolver legalmente la acción monopólica en energía a Pemex y CFE, ya hizo que se alzaran cejas dentro y fuera del país por aquello de la inversión sobre todo en energías renovables o tecnología para disminuir la contaminación y que están comprometidas incluso en tratados internaciones y en base a lo cual hay y se proyectaban nuevas inversiones.
O sea, muchas sonrisas fingidas desde luego, pero en el fondo según los expertos en dinero como las calificadoras, especialmente Moody’s pusieron sus barbas a remojar porque es un hecho que la petrolera mexicana con sus más de 105 mil millones de dólares en deuda y su quiebra técnica, va a seguir con pérdidas y sus cada vez más escasas aportaciones fiscales al presupuesto.
De hecho, va a necesitar más dinero y con ello que se le perdonen contribuciones para solventar deuda corriente con proveedores, más allá de que ante su baja producción de crudos, y menores exportaciones sus ingresos seguirán decayendo en tanto que con el actual volumen no le alcanzará para cubrir los requerimientos de refinación de las seis viejas plantas ni mucho menos para la inacabada de dos Bocas que no termina por producir refinados.
Para colmo la nueva secretaría de economía se equivocó o mintió a propósito cuando afirmó que ya sólo se importa el 10 por ciento de las gasolinas cuando la verdad es que nos llega del extranjero el 60 por ciento del consumo nacional.
Las cosas se ven mal y como en esta vida todo se paga, el camino al autoritarismo nos va a costar muy caro.