>> Presidenta exige a jueces cumplir ley, pero su gobierno está podrido
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Con su habitual movimiento de cabeza la president(A) advirtió a los jueces que deben cumplir con la Constitución, esa que ya se hizo a modo para otorgarle lo que en el extranjero se ve como todo el poder en sus manos, pero la mandataria no reconoce que en la 4T hay una gran podredumbre a grado tal que ni sus más “distinguidos” prohombres son capaces de disfrazar y exhiben mutuamente su inmundicia.
Porque la disputa entre los emisarios del profeta de la 4T tiene como fondo el dinero y el poder, donde finalmente va a ganar el tabasqueño quien cuenta con el respaldo de su mentor y los grupos delincuenciales con quienes tiene pactado entregar Tabasco como lo dice el actual gobernador.
Eso en cristiano tiene una traducción y s ele dice corrupción. Para nadie es secreto que el Senado fue tomado como botín por Ricardo Monreal quien como hoy hace con la cámara de Diputados, saqueó en sus arcas ya sea de manera directa o a través de parientes y colaboradores, algunos de los cuáles continúan operando en San Lázaro.
Claro del otro lado, las trapacerías de Augusto López Hernández no son para olvidarse más si en su propia tierra lo tachan de aliado de criminales; si hubiese voluntad política de detener la violencia en Tabasco, tendrían qué investigar las denuncias públicas de Javier May Rodríguez, el actual mandatario.
Pero como ése, muchos más casos donde el trasfondo es la corrupción como lo del Munal de destacados miembros de la 4T que son defendidos y tildados de ciudadanos ejemplares y honestos funcionarios, pero cuya putrefacción va más allá de las mañaneras.
La ruta es la misma que en el sexenio pasado, desde el chantaje y la amenaza con carpetas de investigación para los críticos y hasta la compra de cuadros políticos y voluntades con ofertas de cargos públicos donde todos los pecados se perdonan a cambio de jurar obediencia ciega a la emisaria del pasado reciente y colocar a sus pies lo mismo habilidades profesionales que maniobras destinadas a encubrir delitos.
Pero eso sí, ya con la Ley a modo, desde el púlpito presidencial se exige a jueces sujetarse y obedecer la ley, esa que sus mismos creadores pisotean cada vez que quieren ya sin el riesgo de ser señalados y menos aún, sancionados por un desaparecido poder Judicial.
Tal vez a ello se debe que en su más reciente calificación el Centro Vance para la Justicia Internacional del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York, México está colocado entre los países más opacos y corruptos.
De hecho, en el análisis “Evaluación Anticorrupción en Latinoamérica 2023-2024”, nuestro país llegó al noveno lugar con una calificación de 5.64 puntos cuando en el ciclo anterior estaba en el lugar número once.
Por ello en el análisis del documento se considera no sólo que los niveles de opacidad y corrupción del actual gobierno continúan igual que el anterior, sino que a ello se suma la desaparición de organismos de control como el caso del INAI, que pasará a ser una oficina del mismo ente al que debe vigilar en el cumplimiento de sus responsabilidades.
Y es que con la reforma que desaparece a los organismos autónomos, quedará en manos del gobierno la decisión de dar a conocer los datos reales o no de lo que se le solicite, es decir, perderá credibilidad no solo doméstica sino también internacional. Pero además, la costumbre es decir no a todo reclamo de información.
Lo más cínico del caso es que una de las principales banderas de los cuatroteros fue el combate a la corrupción que a estas alturas ya se volvió sello característico del gobierno federal, la hicieron divisa de la 4T incluyendo la impunidad que conlleva como sucede con varios exgobernadores como Rutilio Escandón o el ex panista Javier Corral Jurado, entre otros, sin excluir claro al mexiquense Alfredo del Mazo o al oaxaqueño Alejandro Murat Hinojosa.
Ni hablar de los perdones a los Yunes y otros muchos convenencieros de la política a quienes de repente se les “iluminó” el espíritu y decidieron que seguir al mesías tropical con obediencia ciega era lo mejor para el país; esos “patriotas” que hoy disfrutan de libertad y prebendas y entre quienes hay muchos exgobernadores y emisarios del pasado, incluyendo los Monreal, López o Bartlett.
Pero la mejor muestra de que ser cuatrotero todo lo perdona es el caso de Monreal contra López, pues luego de reunirse con la secretaria de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez, las acusaciones de corrupción entre ambos, ya se olvidó, no hay investigación ni mucho menos culpables pues se trata de dos bovinos que abrevan del mismo caldo que es la 4T.
O lo más reciente, el tema de la ministra Jazmin Esquivel quien seguramente llegará a presidenta de la nueva Corte de Justicia y del poder Judicial a disposición del gobierno federal. Al tiempo. En tanto Viva la corrupción.