IRMA PILAR ORTIZ
En las Cámaras del Congreso de la Unión se repetirá, una vez más, algo que podría ser un remedo de lo que debe ser la política, entendida como la capacidad de llegar a acuerdos y consensos, porque se trata nada más que de la gobernabilidad en este país.
La mayoría legislativa de la 4T, con su incapacidad rotunda para realizar un trabajo serio, profesional, cuando se trata de diseñar leyes, va por la modificación o creación de nuevas legislaciones y reglamentos que nadie o pocos conocen en sus pormenores.
Para esta semana que inicia, Morena y sus aliados en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobaron convocar a un periodo extraordinario de sesiones en ambas cámaras, para discutir y en su caso aprobar 16 dictámenes que emiten nuevas leyes o reformas, de las cuales cinco leyes son prioritarias para el Gobierno, según el coordinador parlamentario, Ricardo Monreal.
Pero lo más irregular de todo, es que no tienen esos 16 dictámenes, cuando la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados señala, con precisión que, con 48 horas de anticipación, todos los diputados deben conocer lo que van a votar; se requieren los dictámenes para poder convocar a un Periodo Extraordinario de sesiones.
Pero no lo hicieron, tal como pasó con la reforma al Poder Judicial que, ya está visto, metió en severos problemas al Instituto Nacional Electoral por lo inoperante que son las reglas y crearon un Poder Judicial cuestionado y marcado por la trampa.
Del 23 de junio al 2 de julio, como dijo el priista Rubén Moreira, se vivirán “10 días de ignominia” en los que se expedirá la Ley que crea un nuevo diseño de la Guardia Nacional; la que expide la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, en la que se esconde el intento de censura, por más que la presidenta Sheinbaum diga lo contrario, porque en los hechos ya se está aplicando, como es el caso de Campeche y Puebla.
También se verán la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, en materia de Seguridad Pública, así como la ley general que rige a este sistema, entre otros más como la transferencia de funciones del CONEVAL al INEGI.
Lo peligroso de todo esto es hacia donde llevan a México. Con su reforma a las leyes se avanza hacia la construcción de un régimen militar policiaco totalitario, a través de la Ley de Seguridad y la Ley de Guardia Nacional; la Ley de Inteligencia y la del Sistema de Seguridad que va por el control de la vida de las personas.
Con la de telecomunicaciones atentan contra las redes sociales y las concesiones de radio y televisión, lo que puede interpretarse como una amenaza a la propiedad privada, con la creación de un monstruo que se llama Agencia Digital, mismo que tendrá el control absoluto de la comunicación masiva. Y, lo que prende las señales de alerta, es el acceso a los datos biométricos de todos los habitantes de este país.
Lo cierto es que como alerta el diputado, Rubén Moreira, serán días de ignominia para el país, ya que van a trabajar sobre las rodillas, porque para Morena y sus aliados del PT y PVEM “si no leen ni ven lo que van a votar, sólo levantando la mano, al no saber lo que hicieron, tampoco tienen porqué rendir cuentas, como si la ignorancia salvara de la responsabilidad”.
Desde el PAN, a través del coordinador de los diputados Elías Lixa Abimerhi, también advirtieron que se está “convocando a un periodo extraordinario sin garantizar claridad en los textos de las reformas a discutir, lo cual evidencia un desaseo legislativo grave y el incumplimiento de los acuerdos asumidos por la Secretaría de Gobernación ante la oposición”.
No debemos olvidar que la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, se comprometió a instalar mesas de diálogo sobre las leyes de telecomunicaciones y desapariciones forzadas, sin embargo, no hubo contacto ni transparencia, y se desconoce el contenido final de los dictámenes.
Hay simulación del diálogo, la exclusión de las voces críticas y la intención de imponer reformas sin consenso, sin diagnóstico y sin respeto por la vida legislativa.
En fin, con su mayoría ficticia en el Congreso de la Unión, la 4T va, una vez más, contra las libertades personales y de empresa.