DULCE MARÍA SAURI RIANCHO*
SemMéxico, Mérida, Yucatán. El pasado domingo no se realizó la jornada de votación programada para definir a la coordinadora del Frente Amplio x México.
Más de 2.3 millones de personas, ciudadanas y ciudadanos que se registraron para participar no pudieron marcar su boleta. Sin embargo, las plazas de un centenar de ciudades se llenaron ese día para acompañar la entrega de la constancia de Xóchitl Gálvez como triunfadora en esta contienda inédita.
¿Qué ocurrió para que cancelara el último paso del proceso construido por la coalición de la sociedad y los partidos políticos? Tratando de entender lo acontecido me vino a la mente la imagen de un parto prematuro, ese que se presenta cuando la criatura nace sin esperar los consabidos nueve meses.
No pretendo en estas breves líneas presentar las numerosas causas que pueden precipitar un nacimiento. Solo decir que, en los casos de partos provocados prematuramente, la mayoría de las veces el riesgo del nacimiento temprano es menor que la permanencia en el vientre materno hasta concluir el plazo de gestación.
Las estadísticas nos dicen que, cuando la criatura llega antes de tiempo, si es niña tiene mayores posibilidades de sobrevivir que si es varón: es decir, el llamado “sexo débil” muestra su fortaleza desde el principio de la vida.
Dicho lo anterior, en el Frente Amplio x México (FAM) tuvimos parto a los siete meses de gestación. Faltaba el equivalente a 8 semanas cuando el lunes de la semana pasada el dirigente nacional del PRI dio a conocer que la senadora Beatriz Paredes iba en desventaja en diversos sondeos en relación con Xóchitl Gálvez y anunció que el miércoles siguiente, el PRI tomaría una determinación al respecto.
Simultáneamente, los presidentes de los tres partidos del Frente solicitaron a la Comisión Nacional Organizadora (conformada por seis representantes partidistas y siete representantes ciudadanos) que no esperara hasta el domingo en la noche para dar a conocer los resultados de los sondeos telefónicos y en vivienda que ya habían concluido, sino que presentaran los resultados el mismo miércoles.
Por su parte, la senadora Paredes señaló su propósito de pausar su decisión hasta ese momento. La Comisión aceptó anticipar el plazo establecido y reveló los resultados mostrando la clara ventaja de la senadora Gálvez sobre su colega Paredes.
Con prudencia y sensibilidad, Xóchitl rehuyó asumir el anuncio del apoyo del PRI a su persona sin antes haber hablado con su compañera de escaño y el viernes, la virtual ganadora asistió a la sede del PRI para dialogar con su compañera.
Beatriz Paredes había realizado una tarea titánica, recabando más de 450,000 firmas de apoyo, la mitad, de origen ciudadano. El priismo de todo el país reaccionó con entusiasmo al llamado de Enrique de la Madrid y de Beatriz Paredes. Levantamos el rostro, hasta entonces sumido en la tristeza, motivados por nuestros aspirantes.
Esta jornada mostró con claridad la capacidad de recuperación del PRI y su entrega a la causa superior de México, más allá de conflictos internos y desacuerdos sobre la conducción de su dirigencia.
Pero sigue pendiente la respuesta a la pregunta: ¿Por qué no hubo votación, exigencia de las organizaciones ciudadanas participantes desde un inicio en el Frente Amplio (FAM)? Permítanme especular sobre los motivos de las y los ginecólogos del FAM que los llevó a intervenir.
Cierto que se contaba con un padrón depurado de 2.3 millones de personas; cierto también que ya estaban impresas boletas, se contaba con la tinta indeleble y con el invaluable apoyo de los comités estatales conformados a imagen y semejanza del nacional, se conocía la ubicación de los centros de votación y las mesas receptoras en las 32 entidades.
Sin embargo, pareció extenderse un clima de tensión sobre la jornada prevista, sobre todo en los estados gobernados por Morena y sus aliados políticos. Rumores de toda índole iban y venían: que se preparaban grupos para exigir votar sin tener registro previo; que romperían urnas ubicadas en las plazas para desalentar la participación ciudadana, entre otros elementos que iban cargando el ambiente de oscuros pronósticos.
El Comité Organizador había logrado en tiempo récord realizar funciones (como la revisión de la validez de las firmas) que al INE le lleva meses. Y lo hizo sin los recursos económicos y los apoyos materiales de los que dispone la institución encargada de organizar los procesos electorales.
Pero la seguridad, la facultad de llamar y disponer de la fuerza pública en caso de disturbios o amagos de violencia, es exclusiva del INE. Y qué bueno que así sea.
Como sietemesina, Xóchitl nació con el vigor de las niñas prematuras, absorbió el oxígeno que hizo fuertes a sus pulmones en estos cuatro días que la realidad le regateó. Fueron las y los ciudadanos, los partidos políticos PRI, PAN y PRD, así como sus militantes, quienes la arroparon, la acompañaron hasta llegar el domingo pasado al Ángel de la Independencia a recibir su constancia.
Ahí, delineó el camino para construir el Frente Amplio x México y prepararse para el próximo 2024. En sus palabras: habrá tres cosas por evitar: “Primero, muy importante, no vamos a seguir dividiendo a México… Segundo, no vamos a recurrir a la ofensa, al insulto, a la descalificación… Y tres, no vamos a engañar ni manipular a la gente”.
Ella, Xóchitl, no llega como bulldozer, para arrasar con lo existente: Dijo: “Nuestra plataforma es simple, si sirve, lo dejamos; si podría servir mejor, lo vamos a mejorar; y si no funciona, lo vamos a cambiar”. Alertó: “Y recuerden mi regla de oro: ni huevones, ni rateros, ni pendejos”.
En la tarea de conformar un frente amplio y fuerte, su coordinadora definió las tres cosas por hacer: “Uno, vamos a escuchar a todas las voces y a todas las personas, a todas. Se acabó el hablar, hablar y sólo hablar, llegó el momento de hablar menos, escuchar y hacer más”.
Añadió: “Dos, vamos a incluir a todas y a todos los de buena fe que se quieran sumar a esta lucha”. Y para los temerosos de su procedencia partidista, enfatizó: “yo no tengo formalmente un partido, no tengo filias ni fobias, soy políticamente daltónica, sólo veo un color, el color de México”.
La tercera tarea delineada por Xóchitl Gálvez muestra su compromiso de inclusión: llamó a respetar a todos los mexicanos: indígenas, afromexicanos, a las mujeres, a las clases medias, a la diversidad, a las personas con discapacidad, a las madres buscadoras, a los padres de niños enfermos, a las y los abuelos, a los ambientalistas, científicos y académicos (“ninguneados”, fue el adjetivo que empleó), a los estudiantes, a periodistas, a migrantes (mexicanos en el extranjero y los que pasan x México), a las y los doctores y enfermeras, policías, soldados y marinos.
Unidad, Respeto y Trabajo, tercia de principios orientadores de quien tiene a cuestas la gran responsabilidad de mantener y acrecentar la llama de la esperanza que se ha encendido en el corazón de México. Fue sietemesina, pero ha embarnecido. Fuerte, vigorosa y con entusiasmo, se enfrenta a la escabrosa cuesta que habrá de recorrer el Frente Amplio hacia la victoria en 2024. En buena hora.
*Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán