ISABEL ORTEGA MORALES
Chilpancingo, Guerrero. Dice la leyenda urbana que cuando se buscaba conformar el territorio para la constitución de una entidad que llevara el nombre del General Vicente Guerrero, las autoridades federales no querían tenerlo tan cerca, y entre las argucias que se mencionaban estaba que esta región había mostrado una férrea resistencia a las condiciones adversas que les imponían como yugo desde el centro del país, así como una total disposición para combatir en la lucha independentista, lo que conllevaba riesgo de no tener estabilidad.
Para ello, cuenta la leyenda, se buscó también otorgar a otro grande de la Independencia, el Siervo de la Nación, Don José María Morelos y Pavón, un espacio para recordar su heroicidad, y entonces, debido a la fuerza de personajes como Juan Álvarez, se logró en 1849, un 27 de octubre, la creación del estado de Guerrero, y tras fuertes debates en las Cámaras de Diputados, federal y del Estado de México cuyo territorio menguaría, el 17 de abril de 1869, se constituyó el de Morelos, a impulso del Presidente Benito Juárez, y en el caso de Guerrero a Don José Joaquín de Herrera.
De esa manera, los distritos de Cuernavaca, Cuautla, Jonacatepec, Tetecala y Yautepec, no solo pasaban a ser parte del nuevo estado de Morelos, sino que también se ponía una distancia física con el estado de Guerrero.
El estado de Morelos, antes llamado José María Morelos y Pavón, tiene una gran belleza natural e histórica. Sus afluentes de agua son tan hermosos como la belleza de las edificaciones religiosas, solo por mencionar algunas. Solo que ambas, en el sismo del 2017 salieron afectadas. En el primero, algunas zonas resintieron la presencia de agua que simplemente, dicen, se esfumó y se escuchaba solo el rodar de piedras; las iglesias, templos y demás puntos religiosos, están apuntalados con señalamiento de riesgo.
Pero ni el estado de Guerrero ni el de Morelos, consideraron que luego de que la noche del 24 y madrugada del 25 de octubre del año 2023, el Huracán Otis entrara, entre otros municipios como Coyuca de Benítez, y demás localidades, al puerto de Acapulco, y que sucedería con el turismo un fenómeno también de estudio.
Mientras el turismo de fin de semana dejó de acudir a Acapulco ante la idea de que no hay suficientes condiciones para vacacionar, los destinos turísticos de Morelos empezaron a recibir una gran afluencia de vacacionistas que prácticamente han desplazado a los lugareños de esos espacios.
Esos lugares pasaron de contar en atender a Mil visitantes a Diez Mil, en algunos lugares, y así otros espacios más han tenido que contratar trabajadores de hotelería, restaurantes, hospederías, zonas de descanso, para atender al turismo que está visitando al estado de Morelos y no están llegando, nos dicen, ni al puerto de Acapulco ni a Taxco.
Bien por Morelos que está mostrando sus atractivos turísticos y que le ayudará a salir adelante a muchos pobladores en la contratación de servicios turísticos, pero que triste para dos destinos favoritos de vacacionistas: Acapulco y Taxco.