VIOLETA DEL ANÁHUAC/ Extraterrestres… y no es ficción

ISABEL ORTEGA MORALES

Chilpancingo, Guerrero. ¿Por qué miramos el cielo? Parecía una pregunta aislada y fuera de una conversación natural donde los temas contemporáneos del país y del estado deberían tener más relevancia, la respuesta también era inquietante “Porque queremos regresar allá”.

El tema me llevó a dos declaraciones: la de la astrofísica británica Mónica Grady que declaró a Europa Press en 2009 la importancia de encontrar vida más allá de la Tierra “para conocer como comenzó la vida”. Y la otra, más reciente, del Director de la NASA, Bill Nelson que informó en Buenos Aires que preparan un informe sobre alienígenas, mismo que se presentará el próximo mes de agosto de este 2023.

Recordé la existencia de proyectos para viajes espaciales, y hasta conversaciones que he escuchado sobre la idea de ir a poblar otros planetas de nuestro sistema solar y las justificaciones para hacerlo: se está acabando el agua en nuestro planeta y, la insoportable vida que provoca la política. Como para reír, salvo que, también se salen del script de ciencia ficción donde estuvo colocado el tema por muchos años que le costo al periodista, Jaime Maussan, ser señalado de… soñador, por decir lo menos, sobre su búsqueda de vida más allá de nuestro hábitat común, retornándole su prestigio de investigador serio, tras la declaración del Oficial de la Fuerza Aérea, David Grusch, quien dijo que los estados unidos tiene un programa que estudia la tecnología extraterrestre.

En qué nos beneficia saber si existe o no vida en el extranjero? Nos hará más responsables de nuestra existencia en este planeta saberlo?

Si volvemos la mirada al Cielo una noche estrellada, estaremos ante un gran libro, mismo que se abre a estudiosos de la astrología y la astronomía. Pero la mirada hacia el gran cielo está también puesta por científicos y se abre al conocimiento de la población, que países como los Estados Unidos han destinado un presupuesto, así como a un grupo de estudiosos para conocer lo que está sucediendo en el presente, revisar el pasado y prevenir el futuro.

El pasado implica el reconocimiento de contar quizá con fragmentos de naves y hasta cuerpos de alienígenas. El presente reconocer los avistamientos de naves espaciales, la cercanía con meteoritos y prevenir un choque con nuestro planeta. El futuro, prever un ansiado y temido encuentro que se ha movido entre la ficción y el miedo como medidas de seguridad y tal vez más adelante, el que se pueda poblar otros planetas, primero de nuestro sistema solar.

El tema ha pasado no solo a ser considerado como importante, sino necesario si se coloca en el de seguridad, a tal grado que se aleja de la ciencia ficción su revisión y se analiza como una revisión seria.

Mientras aquí en tierra no logramos la ansiada paz, no evitamos la destrucción de nuestro hábitat con la contaminación de nuestras aguas, no hay políticas públicas que involucren a toda la sociedad para su desarrollo económico, no haya condiciones para que se superen índices bajos de desarrollo humano, no estaremos en condiciones de aceptar que el cielo está más lejos si no lo alcanzamos a leer y a actuar.

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