ISABEL ORTEGA MORALES (Guerrero). La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, está en la historia ya como la primera mujer en gobernar esta entidad federativa. Sin duda, entre las prendas de trabajo que está realizando, también se encuentran las de su juventud y belleza, y camina ya sobre su segundo año de ejercicio de gobierno. Estará todo este tiempo sometida a la revisión de su actividad por el encargo que ostenta.
El jueves 16 del mes en curso, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador la citó en su conferencia matutina conocida popularmente como «la mañanera», en alusión a la hora en que la desarrolla, 7 a.m.
Cualquier mandatario o mandataria ante una mención positiva del Presidente, quien sea que gobierne, lo considera halago y reconocimiento. Cuando es negativo, evidentemente la descalificación se busca superar. Pero, cuando se rompe el hilo de respeto en cualquier sociedad, ¿qué sucede?
Los gobiernos del país trabajan para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, los Congresos locales buscan homologar leyes para que las mismas tengan la protección amplia y justa necesaria para marcos de respeto, de inclusión, de trato igualitario. Se ha buscado que se sancione a quien ofenda a las mujeres, a quienes provoquen contra ella cualquier tipo de violencia, incluso que los piropos sean sancionados se ha dicho en el Senado de la República, incluso el más reciente trabajo legislativo del Congreso de la Unión busca sancionar la injuria que se vierta contra el Presidente.
Pero cuando el presidente AMLO presenta en una conferencia con la alta investidura un comentario y dice con una sonrisita maliciosa «y la gobernadora de Guerrero, aquí donde no nos escuchan… No, no lo voy a decir, pero muy buena, mucho muy buena, mucho muy buena». Habla el lobo. Y nos muestra que sabe lo que dice porque inmediatamente intenta componer la plana «Evelyn, muy trabajadora, nos está ayudando muchísimo, muy, muy bien».
Después nos habla el que criticaba a los que desde el poder imponían candidaturas «Nos quisieron hacer daño ahí, en Guerrero, al que actúa mal, le va mal, quitándonos a la mala a un candidato y resultó que quien entró de sustituta buenísima, muy trabajadora, muy activa, Evelyn Salgado». Ya no tenía credibilidad. Ya se había desplomado.
En política la forma es fondo. Y en esa política deja al descubierto la falta de respeto a las mujeres. No basta solo con modificar los marcos legales, éstos deben tener aplicación práctica, y si desde esa alta investidura se propicia la falta de respeto a una mujer, poco podemos esperar que quienes lo escuchen no emulen su conducta y sin estar en la cantina.
En Guerrero la gobernadora Evelyn Salgado Pineda está trabajando, hay fallas aún, y aún faltan varios años para poder hacer las evaluaciones respectivas. Ojalá la próxima cita sea de disculpa, aunque ya mostró que es un lobo, pero que ayude a que su ejemplo eduque.