ISABEL ORTEGA MORALES
Chilpancingo, Guerrero. Era el 29 de julio de 1982 cuando el Gobernador Alejandro Cervantes Delgado acompañaba a la Armada de México para desear “buenos vientos” al Buque Escuela Cuauhtémoc que zarpaba por primera vez desde el puerto de Acapulco para recorrer los mares en trabajos de formación e instrucción de nuevos cadetes navales.
En el mascarón de proa, el último rey de los aztecas, Cuauhtémoc, encabeza el camino de los marinos, que en sus inicios no aceptaba a mujeres, y durante 42 años, hasta la fecha, formó generaciones que en su recorrido no solo conocieron de astronomía náutica o derecho marítimo internacional, la formación de los cadetes navales desde este buque, se convirtieron en embajadores de México y de Acapulco, Guerrero, en sus recorridos marítimos donde siempre han sido bien recibidos.
En el año 2011, en el Crucero de Instrucción Mediterráneo, el Buque Escuela Cuauhtémoc incorporó por primera vez en su tripulación a mujeres, desde entonces su presencia fue creciendo no solo como un avance en la equidad de género, sino también en la actividad de las Fuerzas Armadas Mexicanas. De hecho, en este viaje, en la travesía estaba incorporado el mayor número de mujeres en su historia, de 277 elementos, 64 son mujeres.
Tuve el privilegio de embarcarme en esta icónica nave, de realizar un recorrido por diversas áreas del Buque, desde la zona de máquinas, hasta la zona de relajamiento, conociendo los camarotes, la cocina, el comedor, donde, junto con otra periodista que dirigía el Sol de Acapulco, pudimos degustar una deliciosa comida y charlar con la tripulación y mandos, y por supuesto ver el mar desde la perspectiva del Caballero de los Mares.
Ahora que la noticia de que el Buque chocó contra el puente de Nueva York, de escuchar los gritos de ayuda desde el muelle, las maniobras de rescate desde el exterior, me imagino la gran tensión y movimiento que desde el interior del buque se vivió, así como la sensación de tristeza y amargura ante este accidente.
EL 6 de abril de este 2025, el Buque Escuela Cuauhtémoc iniciaba su viaje número 45, el crucero de instrucción era llamado “Consolidación de la Independencia de México 2025”, para estar en el contexto de los 200 años de este hecho en noviembre 23.
En el mensaje antes de zarpar, la voz de Angie Arlette Cruz Monroy, señalaba “más allá de los triunfos alcanzados, sabemos que el verdadero desafío comienza ahora”. Parecía una frase que días después se habría de convertir en el gran desafío de la historia del Buque querido y representante de México y de Guerrero.
Pero el viaje de instrucción sufrió el sábado 17 de mayo un accidente. El Velero colisionó contra el puente Brooklyn. Este hecho dejó 22 víctimas, catalogadas con estado delicado 11, de ellas 9 estables y hay, lamentablemente, dos víctimas que perdieron la vida, una mujer y un hombre, América Yamilet Sánchez y Adail Jair Marcos, ambos cadetes de la Escuela Armada de México.
América es la segunda mujer que pierde la vida en la historia de este Velero. En el año 2017, el 11 de junio, la cadete Eva Lidia Nava Guzmán, en una maniobra de velas en el mar de Mumbai, India, cayó por la borda sin que las búsquedas realizadas por ambos países, permitieron su localización. Este era el primer hecho fatal.
El Caballero de los Mares es mucho más que un Velero, es más que una escuela, es un embajador y está herido. No alcanzarán las palabras para alentar a sus familias, sin embargo, sus nombres están ya en el registro de la historia de este Buque que un día, no sé cuándo, volverá a zarpar y se dirá por sus ocupantes “que el viento siempre te acompañe, el sol te dé en la cara, y los vientos del destino te eleven para que bailes con las estrellas” (George Jung)