ISABEL ORTEGA MORALES
Chilpancingo, Guerrero. Querido Guerrero. En tu cumpleaños número 175 cumplidos este 27 de octubre, con la alegría guerrerense quisiera cantarte “estas son las mañanitas, que se cantan en Guerrero”, pero no sé cómo te sientas para recibir los acordes cuando la entidad, por primera vez gobernada por una mujer, Evelyn Salgado Pineda, enfrenta dolorosas heridas producidas por la violencia y por efectos naturales.
¿Cómo te sientes cuando tu suelo tiene en su interior cuerpos enterrados y son buscados por madres, esposas, hermanas, hijos e hijas sin saber en qué parte de tu geografía fueron dejados? ¿Cómo te sientes cuando tu suelo está siendo regado con sangre y caen cabezas promotoras de la paz y del desarrollo y las lágrimas han acompañado nuestra lluvia que se ha vuelto torrencial y nos hunde en la desesperanza y el sonido del viento rebasa cualquier película de miedo?
Recuerdas que el exgobernador José Francisco Ruíz Massieu decía que estabas “en el cabús del desarrollo”, entendiendo por cabús, estar en el último vagón de un tren; ¿qué nos pasó? ¿Avanzamos hacia el testero del tren…ahí donde el motor de la locomotora canta en un silbido de nostalgia? ¿Pasamos ya las unidades de potencia? ¿O nos desenganchamos de las conexiones entre cada vagón o… nos caímos, ya ni siquiera estamos en el tren?
Dime si el Bogie, o conocido también como eje trasero que soporta la mayor parte del peso, no pudo con el que tiene el estado, dime cómo hacer para que el sistema de suspensión, de frenos tengan los elementos físicos para propulsar nuestra permanencia en el tren, porque no creo que sea por el mecanismo de dirección.
¿Otra pregunta, qué tipo de tren es en el qué estamos? ¿No creo que sea en el de carga o de servicios sino de pasajeros, o acaso estamos en los tres? Dime si los rieles son lo suficientemente fuertes para soportar el peso, si sus barras de acero fueron hechas especialmente para que viajemos o son hechizas.
Qué más ha sido doloroso para ti, no ser reconocido el héroe de quien llevas su nombre, como consumador de la Independencia de México, o que la historia se parezca a la de los años 70s cuando la violencia paralizó el desarrollo del estado y fuimos señalados como el Guerrero bronco. Si esta entidad es cuna de mujeres y hombres ilustres, combativos, esforzados, valientes y cada uno de los 8 vagones que conforman este tren tiene particularidades especiales y bellas, no detonamos al desarrollo y algunos tienen que ver migrar a su familia para que encuentren progreso.
En momentos en que, como este, cuando puedo ver a una Mujer Presidenta de México y a una mujer Gobernadora de mi estado, qué les podemos decir para que esta entidad tenga la corona que adorna la ciencia, la cultura, el arte, el deporte, el trabajo, la propuesta, el éxito?
En tanto me dices, solo puedo recordar al querido Pancho Padilla, autor guerrerense de la canción, quizá el segundo himno del estado, después del Himno a Guerrero, y motivarme diciendo a todo pulmón “¡Viva Guerrero! Señoras y señores, y quítense el sombrero cuando lo oiga nombrar. Nido de águilas surianas, soldado de mi patria, orgullo nacional”.