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>> Abastur 2023, grandes resultados y excelentes lecciones
ALEJANDRA PÉREZ BERNAL
PARECE QUE alguien le miente al presidente Andrés Manuel López Obrador o le quiere ver la cara en materia aérea, porque en su mañanera ha sostenido que las aerolíneas no han cumplido con la reducción de operaciones por hora en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), incluidas las aerolíneas extranjeras.
El ejecutivo, como es su facultad, ha emitido decretos para determinar esa baja en las operaciones (despegues y aterrizajes), y decidió que ya no sean ni 61 ni 52, sino 43 por hora y que deben cumplir las aerolíneas comerciales en el AICM.
López Obrador habló el jueves pasado sobre la saturación que existe en el AICM y lo peligroso de esa situación, argumento que sostiene el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, director general del AICM. Pero ese diagnóstico ya se sabía desde 2012, y por ello se construía una nueva terminal aérea, que el Ejecutivo canceló cuando tomó su encargo en 2018.
López Obrador no tiene razón cuando habla de una violación de los acuerdos entre su gobierno y las aerolíneas.
Las aerolíneas comerciales han cumplido con el acuerdo, porque redujeron las operaciones por hora desde el año pasado. Lo que ocurrió es que las aerolíneas que cuentan con un hub en el AICM, introdujeron aviones más grandes y eliminaron o redujeron los destinos que no les representan grandes utilidades y las trasladaron al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
No se necesita ser experto para entender esa mecánica de negocio ni tener un gran IQ para saber que López Obrador quiere es alentar el crecimiento del AIFA, obligando a las aerolíneas al abandono de operaciones en el AICM.
Pero hay que ser precisos: El problema que existe ahora en el AICM es de infraestructura, porque hay más movilidad de pasajeros por mes, no de operaciones de aerolíneas comerciales. En dicha terminal se realizan muchas actividades que el gobierno no ha resuelto y que simplemente no deberían hacerse ahí.
Dentro del AICM existen puestos de apoyo médico y de vacunación para miles de personas; hay oficinas de pasaportes que pueden operar en otros sitios pero no dentro del aeropuerto, y hasta se ha demostrado la movilidad y existencia impune de la delincuencia organizada que, en contubernio con centros cambiarios y cámaras ahí instaladas, vigilan el intercambio de divisas de pasajeros nacionales y extranjeros.
No hay duda de que cada día aumenta el disgusto por lo que ocurre en el AICM. Hay mucha acción por parte de las aerolíneas extranjeras que han presionado a sus autoridades en EU y Canadá para que intervengan ante el capricho del Ejecutivo que quiere alentar al AIFA sin que haya condiciones para ello, y que entorpecerán el regreso a México de la Categoría 1 en seguridad aérea.
Además, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ya rechazó y cuestionó el decreto de AMLO y calificó como “unilateral” su ordenanza para reducir el límite de operaciones por hora en el AICM.
No es un asunto menor. El pleito ya se colocó en la mesa de la esfera internacional, y podemos decir con absoluta certeza que no tendremos pronto el retornó de la Categoría 1 en seguridad aérea que ha representado pérdidas por miles de millones de dólares a las aerolíneas comerciales.
El problema de infraestructura y movilidad en el AICM no lo deben resolver las aerolíneas comerciales, nacionales o extranjeras, sino las autoridades de la “aeronáutica civil”, que a manera de chiste ahora está en manos de militares, como es el caso del vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, director del AICM o el general Miguel Enrique Vallin Osuna, a la sazón director general de la Agencia Federal de Aviación Civil.
La solución del problema también le corresponde al secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, y el director general de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), Javier Alonso Vega Dour, quienes hasta el momento han mantenido un silencio cómplice frente a la destrucción del sector aeronáutico de México y el capricho presidencial.
Velázquez Tiscareño ha dicho que tiene otros mil 500 millones de pesos, además del presupuesto de 800 millones de este año, para atender la saturación de personas y problemas de infraestructura en el AICM. Pues que ponga manos a la obra.
Las señales son muy graves para la inversión y para las relaciones con muchos países, como quedó patente en un párrafo del comunicado de Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa: “La medida afectará a todos los pasajeros que utilizan ese aeropuerto, a los trabajadores de la industria y a la atracción de nuevas inversiones que dependen de contar con certeza jurídica y una conectividad aérea adecuada”.
Por lo pronto ya se habla de más de mil vuelos que serán cancelados al mes a partir del 28 de octubre próximo.
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CON GRANDES resultados terminó la edición 38 de ABASTUR, que se efectuó en Centro Citibanamex del 30 de agosto al 1 de septiembre pasado, acontecimiento al que asistió lo más granado de proveedores de Hoteles, Restaurantes, Cafeterías y Catering (HORECA)
Aunque fueron emotivas todas las pláticas, debates, discursos de inauguración y enseñanzas y aprendizajes, quiero resaltar la mesa denominada “Cómo adaptarse a la hiperpersonalización de viajes y los nuevos hábitos de consumo”, donde participaron Francisco Medina, CEO de Grupo Hotelero Santa Fe; Enrique Calderón, Vicepresidente de Operación de Grupo Posadas, y Roberto Zapata, CEO de Hoteles Misión.
En dicho encuentro se habló de lealtad del huésped, de la necesidad de aplicar la tecnología y digitalización en hoteles, pero sobre escuchando a los clientes y llenándolos con detalles y servicio.
Los tres ejecutivos señalaron que al darle respuesta oportuna al huésped o cliente, porque aplica para cualquier tipo de negocio, se generan las sendas de lealtad que propician crecimiento.
Así, si un cliente se queja de la comida, de fallas en el cuarto del hotel o una simple bebida mal preparada, debe haber respuesta inmediata, ya sea el gerente, un mesero o hostess o recepcionista.
Muy bien por ABASTUR 2023 y por Adrián López Ruiz y Yesenia Vázquez Monroy, presidente del Comité Organizador y Directora de Portafolio Hospitalidad de ABASTUR, respectivamente.
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@AlejandraBernal
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