LILIA CISNEROS LUJÁN. Luego de dos terribles años, de temor, pérdidas, ausencias, injusticias, secuelas de una enfermedad que tomó a los humanos por sorpresa, arribamos al 2022, bastante desgastados, tal vez sin trabajo, quizá con mi empresa quebrada y lo que es más grave aceptando que aun con todo lo sufrido tuvimos que cargar, con la perversidad de los más torpes y encima ambiciosos. Para quienes aprendimos que la vida es lucha constante contra todos los negativos que nos aparecen en el camino, esta ha sido –sobre todo la de 2022- una guerra que nos desgastó al grado de no desear seguir dando siquiera un paso ¿Para qué, si la persona que más amé falleció de Covid o alguna otra enfermedad? ¿Qué caso tiene seguir apoyado a esa comunidad marginada si son incapaces siquiera de darse cuenta de que hay opciones de superación? ¿Cómo no enojarme con una pandilla de vivales que usan el poder para servirse a sí mismos?
A finales de esta semana, escucharemos de muchas cifras acerca de quienes en su desesperación prefirieron, escaparse por el camino del suicidio. También podremos reflexionar acerca de los millones de individuos de muy diversas edades o clases sociales que aun en el inicio de este nuevo ciclo de vida, permanecen tristes, sin interés alguno, aislados, desconcentrados, con cansancio perpetuo o dicho de otra manera, deprimidos. El 13 de enero será el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno emocional que en casos extremos lleva a la muerte inesperada, sobre todo en adolescentes y personas de la tercera edad, siendo muy reducido el número de estos que reciben un correcto tratamiento, pues el aumento de desinformación, oculta avances de investigación como: los efectos sociales, psicológicos y hasta biológicos de la depresión. ¿Sabía que la depresión puede heredarse? ¿Conoce personas que deben tomar medicamento de manera constante y así evitar actos extremos como el suicidio? ¿Qué parte de su cabeza se afecta cuando las causas de su depresión son básicamente biológicas?
Los expertos –psiquiatra y psicólogos- como resultado de su práctica e investigaciones coinciden en que hay diversos tipos de depresión que varían según su duración, intensidad, evolución e impacto en las rutinas o hábitos de cada uno de los afectados. Sin ser exhaustivos, la OMS, reconoce que hay depresión: grave o trastorno mayor[1]; trastorno persistente [2] es moderado pero repetitivo; Depresión post parto; Afectivo estacional[3]; Psicótica, al estado de ánimo se agregan alucinaciones física o sensitivas, como son sonidos. Se requiere de terapia psicológica, pues se magnifican sentimientos de culpa, irritabilidad fatiga entre otros; maníaco depresiva, hoy se le define como bipolar y se caracteriza por cambios de estado de ánimo, entre los extremos de la aceleración y la tristeza.
Es menester asumir que en el mundo se reconocen al menos trecientos millones de personas afectadas por depresión en cualquiera de sus modalidades, a grado tal que se llega a asumir como la primera causal de discapacidad, lo cual además de buscar la especialización de los profesionales de la materia, también ha originado programas comunitarios, cuyas actividades de hecho están enfocados a prevenir o disminuir la incidencia de la depresión que con mucho se desencadena por temas de desempleo, pérdidas –muerte de una persona amada e incluso una mascota- dificultades económicas; consecuencia de intoxicación –química, toxicológica, del medio ambiente que respiramos o ingerimos como el agua- rupturas sentimentales –divorcios, expulsión escolar o laboral- enfermedades de larga data –cáncer, diabetes, amputación, hipotiroidismo- Presiones sociales –acusaciones criminales falsas, acoso escolar o por redes- o como ya mencionamos antecedentes personales o familiares de padecimiento depresivo. ¿cómo están abordando la depresión los gobiernos de países como: Perú, Brasil, Venezuela, Cuba, Ucrania, Corea del norte, y muchos de África?
No estoy en posibilidad de diagnosticar, si Usted ha sufrido el abuso de un familiar, que desea aprovechar que está cansado y sin muchas ganas de seguir luchando. Tampoco sé si es de los muchos que se han aprovechado la oportunidad de cerrar algún negocio no muy limpios solo porque necesita salir de problemas, menos aún puedo siquiera opinar, si por la inadecuada opinión de alguien asesor -mal intencionado, flojo o desinteresado en su vida- ha coadyuvado a su propia ruina, lo que sí puedo asegurarle, que en la vida de las personas lo que parece trascender después de la muerte es nuestro último acto, por igual si propicia o se conforma con el incendio de toda una ciudad que si decide terminar con su vida de manera cobarde y por unas cuantas monedas.
Lo único que desearía compartirle es la experiencia de quienes confiando en los valores que son la columna de su existencia, no se cansan de luchar. No se vale rendirse, es menester que la mejor herencia que deje a sus hijos sea el valor de luchar con honestidad y toda la enjundia con la cual logró vivir. Actuar con honestidad y valor le permitirá dejar a sus hijos la más valiosa herencia que pueda otorgarles.
[1] Además de terapia ocupa medicamentos[2] Medicamentos en momentos de crisis y terapia conversacional
[3] Se potencializa, en el invierno, épocas de frío, días nublados, hospitalización en fines de semana.